Pese a que ya hace unos días que se despidió de las pistas como jugador profesional vistiendo la elástica del Gandia Bàsquet, ayer lo hizo de forma oficial en un emotivo acto. «Es el día de mi despedida y siento una emoción muy grande. El baloncesto me ha dado la posibilidad de conseguir a lo largo de mi carrera la amistad y el aprecio de mucha gente. Por eso estoy muy agradecido», confesó Luengo, que poco a poco empieza a darse cuenta de su nueva situación tras ´colgar las botas´ en el equipo de La Safor. «Ahora empiezo a asimilar mi adiós. Es mi mi primera rueda de prensa como jugador retirado y voy asimilándolo poco a poco. Cada día que pasa me voy dando cuenta de que no volveré a ponerme unas botas de baloncesto ni a defender ninguna camiseta», aseguró a SUPER todavía emocionado tras dirigirse a todos los presentes.

Una emoción que también le invade cuando le hablamos de su club de siempre, el Pamesa Valencia, principalmente tras los últimos movimientos producidos en la entidad . «En primer lugar quiero animar a Juan Roig a que siga ilusionado en un proyecto llamado Pamesa Valencia. Los que amamos este club le apoyaremos en lo que haga falta. Me consta que está muy afligido y entre todos debemos hacerle llegar nuestro cariño», indicó, al tiempo que reconoció que nadie del Pamesa se ha puesto en contacto con él para que se incorpore al nuevo proyecto. «No me ha llamado nadie, pero eso no importa. Lo más importante es que el presidente tenga claro lo que quiere para el futuro y con que estructura cuenta. Que tenga claro que va a seguir y que es lo que quiere hacer», explicó.

Respecto a un posible regreso al conjunto taronja, el ya ex jugador valenciano dijo: «Estaría encantando de volver porque es mi casa. He estado veinte años allí y yo lo que quiero es lo mejor para el Pamesa. Si ven necesaria mi ayuda y quieren contar con mi experiencia, yo estaría encantado de ayudar». «Creo que puedo colaborar creando una base sólida de trabajo, rodeándonos de gente que entienda de baloncesto y capaz de crear un proyecto de futuro. Sobre todo puedo aportar mi experiencia como jugador y mis veinte años en el club. Desde la humildad, considero que muy poca gente puede conocer el club como lo conozco yo», continuó Luengo, consciente de que el futuro azulejero es, en estos momentos, una incógnita.

«La solución no es fácil, pero pasa porque Juan Roig siga ilusionado y crea en el proyecto de tener en Valencia un equipo de elite capaz de luchar por grandes cosas. Hay que volver a ilusionarle a él y a la afición.Todo lo demás tiene solución», concluyó Luengo, que aprovechó el acto organizado en su honor para lanzar un mensaje de optimismo a la afición taronja.