Con el depósito de gasolina a punto de entrar en la reserva después de una temporada agotadora, Regal Barcelona y Tau Cerámica disputarán mañana el cuarto partido de la final de la ACB con toda la presión para el equipo de Vitoria, obligado a salvar el primer 'match-ball' para evitar el título del Barça, que no se proclama campeón de Liga desde 2004.

A una victoria del campeonato, el Barcelona afronta el partido convencido de sus posibilidades y con una ligera ventaja física y mental ante el Tau, que se dejó llevar en los últimos minutos del tercer partido (85-67), resignado a jugarse su última carta en el Palau.

Pese a comenzar la serie con el factor cancha en contra, el Barcelona recuperó la ventaja de campo a las primeras de cambio, con una victoria 'in extremis' en el primer partido, y, poco a poco, ha ido ganando confianza pese a su tropiezo en el segundo acto de la serie.

Mañana puede romper la estadística que suele premiar al equipo mejor clasificado en la Liga regular: de las 22 finales disputadas, en el 73 por ciento de los casos el campeón contaba con el factor cancha a favor.

El Barcelona intentará exprimir al máximo su juego interior, consciente de que ni Splitter ni McDonald ni Teletovic están en su mejor momento, con Barac fuera de combate. En el último enfrentamiento, los hombres altos del Barça anotaron 38 puntos por 21 del Tau. El equipo de Vitoria, con menos banquillo, acusó el desgaste físico más que su rival, un factor que puede decantar la eliminatoria.

Además, el conjunto de Xavi Pascual, que mañana puede lograr su primer título como entrenador del Barça, intentará volver a contar con el 'factor Ilyasova', el mejor en el tercer partido, con 19 puntos y 9 rebotes, decisivo en los momentos determinantes del partido.

Con Navarro y Lakovic ligeramente por debajo de sus prestaciones, el juego exterior del Barcelona ha quedado en manos de Gianluca Basile, determinante en el primer partido y máximo anotador del tercero, junto a Ilyasova.

Subcampeón de las dos últimas Ligas, tras caer en la final ante Real Madrid (2007) y Tau (2008), el Barcelona puede romper mañana una sequía de dos años sin títulos (desde la Copa del Rey de 2007) ayudado por el embrujo del Palau, que volverá a volcarse con su equipo en un partido decisivo.