La selección española de baloncesto salió escocida tras la derrota de ayer ante Lituania y los jugadores lo exteriorizaron en el entrenamiento de hoy machacándose con una sesión dura en el que los propios integrantes del equipo fueron los que impusieron un alto ritmo de trabajo.

Tras la derrota por 94-72 ante Lituania, el equipo español mantuvo sus planes: salir a cenar y descansar hoy por la mañana, pero todos estaban deseando llegar a la cancha y demostrarse a sí mismos, que los fallos en los tiros de ayer, y las demás carencias, fueron sólo una anécdota.

Sergio Scariolo, el seleccionador nacional, trabajó la defensa y la intensidad y los jugadores se aplicaron como pocas veces suele hacerse en una sesión preparatoria. Todos querían dejar atrás el mal sabor de boca.

Rudy Fernández siguió el entrenamiento sentado en el banquillo.

Sigue su proceso de rehabilitación y aunque no es segura su participación en el primer partido del Europeo, el próximo lunes ante Serbia, todos los indicios son buenos y la recuperación marcha por buen camino.

En cuanto a Pau, se ejercitó como uno más al más alto nivel y será la principal novedad del equipo en Polonia.

Mañana, a media mañana, el equipo se desplazará a Varsovia en un vuelo charter junto a la selección lituana para entrenarse por la tarde en la capital polaca, en donde jugará la primera fase del campeonato de Europa en el grupo C junto a Serbia, Gran Bretaña y Eslovenia.