El día esperado llegó para el base español Ricky Rubio y los Timberwolves de Minnesota después de que los doctores le autorizaran a integrarse con el resto de jugadores y completar los entrenamientos normales.

La autorización era el último obstáculo que tenía que superar Rubio antes de volver a la competición activa, aunque ya se había entrenado por separado, pero sin contacto físico.

De esta manera, Rubio supera las etapas más difíciles de la grave lesión que sufrió el pasado marzo, cuando se rompió el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda, que le obligó a pasar por el quirófano y a estar más de ocho meses de baja.

A pesar de haber recibido el alta médica, el equipo sigue sin establecer una fecha concreta en la que el base catalán podrá jugar el primer partido de liga.

Pero para el entrenador de los Timberwolves, Rick Adelman, y el resto de los compañeros de Rubio, el poder ver al jugador español vestido con el uniforme y sentado con ellos en el banquillo es ya todo un éxito y motivación.

Las lesiones y bajas que sufre el equipo desde que dio comienzo la temporada hace que la vuelta de Rubio sea recibida con mayor alegría y entusiasmo.

El propio Rubio en su página de Twitter escribió la frase de "Life is good!" (La vida es buena).

La vuelta de Rubio al equipo también le dará la ayuda que necesita en el apartado defensivo, en la que ha mostrado una gran debilidad, y será de nuevo junto con el ala-pívot Kevin Love, el jugador que pueda darles la oportunidad de estar en la fase final por primera vez desde 2004.

Ese es el objetivo del equipo, pero las lesiones sufridas con las bajas, primero de Love, ya recuperado de la fractura de la mano derecha en la pretemporada, luego del alero Chase Budinger, rotura del menisco de la rodilla izquierda y la del escolta Brando Roy, que se volvió a lesionar en las rodillas, han mermado su potencial.

Love ya ha vuelto a la competición y, aunque le falta todavía adaptarse al ritmo de juego, para nada ha perdido su capacidad encestadora y de dominio bajo los aros que le permiten seguir con el tradicional doble-doble por partido.

El último fue el conseguido la pasada noche cuando los Timberwolves ganaron a domicilio a los Kings de Sacramento y rompieron una racha de cinco derrotas consecutivas.

Love logró 23 puntos y 24 rebotes que lo dejaron como líder y figura de un partido que devolvió la confianza al equipo y a los directivos, que fue mayor con la buena noticia del alta de Rubio.

Sin embargo, tanto el presidente de operaciones de los Timberwolves, David Kahn, como Adelmam, advirtieron que la vuelta de Rubio tendrá que hacerse con toda la seguridad y sin presionar para nada su participación, que tendrá que ir de forma progresiva.

"Comenzará jugando entre 16 y 18 minutos y entonces el equipo médico decidirá partido tras partido cómo evoluciona y cómo podrá actuar en el próximo", comentó a través de un comunicado Kahn.

Mientras Adelman, que ha visto a Rubio en los entrenamientos sin contacto dijo que lo más importante era comprobar que el jugador de El Masnou (Barcelona) no ha perdido su gran actitud a la hora de atacar y eso es lo que le demandará cuando vuelva al campo.

Se espera, de acuerdo al calendario de los Timberwolves, que Rubio no comenzará los entrenamientos de contacto físico hasta el próximo fin de semana.

Adelman no quiere meter presión a Rubio en la vuelta a la competición y advirtió de que se trabajará de una manera muy conservadora en su integración dentro del equipo y en la competición.

Además también previno de las enormes expectativas que ha generado la vuelta de Rubio entre los aficionados y el veterano entrenador recordó que sale de una "grave" lesión y que necesitará tiempo para su recuperación completa como jugador.

"Lo más importante es que él mismo tenga paciencia con la manera como tendrá que responder en el campo y, por supuesto, todos nosotros tenemos que ayudarle al máximo", subrayó Adelman.