Superado con nota el examen ante Brasil, España afronta hoy ante Francia, el vigente campeón de Europa, una revalida todavía mayor. El combinado galo llega al choque contra España con un balance de dos victorias y una derrota, sufrida ante Brasil en la jornada inaugural de la Copa del Mundo. Tras la exhibición española ante Brasil, Francia se ha puesto el traje de piel de cordero y cede toda la presión a los anfitriones. Vicent Collet, el entrenador de la selección francesa, definió ayer a España «como la Yugoslavia de los años noventa», aduciendo que es «la gran dominadora del baloncesto europeo de los últimos años».

No solo Collet ha alabado al combinado entrenado por Juan Antonio Orenga. Kim Tillie, ala-pívot de la selección francesa, dijo de España que «pueden ganar a Estados Unidos en la final». «Va a ser difícil, muy difícil. España está jugando muy bien y es muy fuerte en todas las posiciones», concluyó el pívot francés, que alabó el poderío de la selección: «tienen de todo en calidad y en cantidad». Francia está ejerciendo el papel de víctima a la perfección.

Para la selección española, sin embargo, el partido se presenta como una ocasión pintiparada para asegurar la primera posición del grupo A, que conseguirá automáticamente ganando a los galos si Brasil doblega a Serbia; cualquier otro resultado obligaría a los de Orenga a vencer a la selección balcánica en el último encuentro de la primera fase.

El último partido entre ambos se saldó con derrota española, aunque la situación ha dado un giro de 180 grados. En aquel encuentro -semifinales del Eurobasket de 2013- España no pudo contar con Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y Serge Ibaka, mientras que Francia contaba con la selección al completo. Sin embargo, para el choque de hoy cuentan con las ausencias de Tony Parker, Joakim Noah y Nando de Colo. España tiene una ocasión de oro para vengar la derrota del año pasado en el Eurobasket de Eslovenia.

La clave para España seguirá en el juego interior y en la apabullante figura de Pau Gasol. El catalán sigue presentando su candidatura a jugador más valioso de la competición y siembra el pánico en la pintura rival. Por si fuera poco, Pau cuenta con su hermano Marc como fiel escudero, formando un tándem temible y que podría ser perfecta mente la pareja de interiores de cualquier plantilla NBA. La tercera pata del banco es para Serge Ibaka, que será clave para contrarrestar el explosivo físico de los galos.

En el exterior, Francia presenta una línea de altura, con jugadores como Batum, Gélabale o Fournier. De hecho, el duelo Rudy-Batum promete ser vibrante y seguro que saltarán chispas entre ambos. La abundancia de aleros altos podría hacer que Víctor Claver saliera al ruedo a medirse a su compañero en los Blazers su Rudy se carga pronto de faltas.

El pabellón nazarí, que cada noche vibra con los recitales de la selección, será testigo de uno de los choques más impactantes de la primera fase del Mundial en que hay algo más de una victoria en juego: las opciones de Francia de ser primera de grupo y evitar a los ´cocos´ del grupo B pasa por ganar hoy a la selección española. Para España, perder hoy supondría abrir la puerta a que en la última jornada haya una batalla campal por evitar a Grecia, Argentina y Croacia y enfrentarse a Senegal, que presumiblemente será la cuarta del grupo.