El futuro deportivo de Víctor Claver continúa presentando muchas incógnitas aunque un abanico de posibilidades mucho más grande después de que anoche, a las 22:00 hora peninsular, concluyese el plazo para que alguna de las franquicias de la NBA reclamase su contrato. Un contrato superior a 1,3 millones de dólares que ahora le abonará de forma integra Denver Nuggets, equipo al que fue traspasado por los Blazers el pasado jueves y con el que horas más tarde sus agentes llegaron a un acuerdo para ser ‘cortado’.

Ahora, una vez transcurrido el plazo legal para que cualquier otra franquicia se hiciera con sus derechos asumiendo esa ficha, el alero valenciano es ya libre para negociar un nuevo contrato con cualquier equipo, ya sea en la NBA, que es su prioridad, o en Europa. Claver, por el momento, se encuentra en Portland a la espera de acontecimientos mientras sus agentes trabajan en un mercado imprevisible a día de hoy y donde los movimientos se suceden casi a cada minuto.

En este sentido, el baile de ‘cromos’ es continúo debido a que son muchos los equipos que están reconfigurando sus plantillas y se hace imposible prever lo que puede suceder en las próximas horas. Los cambios en Los Angeles Lakers, New York Knicks, Charlotte Hornets, Philadelphia 76ers o Miami Heat son sólo algunos de los ejemplos de lo que se está moviendo ahora mismo dentro de la NBA y que hacen que tanto el jugador como su entorno afronten los próximos días con mucha prudencia. Entre otras cosas porque tienen muy claro que, sin apenas haber jugado en el último año y medio, va a ser muy difícil encontrar un equipo hasta final de temporada.

Es por ello que el valenciano no tendría ningún inconveniente en aceptar un contrato de prueba de diez días -podría firmar un máximo de dos- por el mínimo salarial establecido que está en 53.838 dólares brutos. Una opción más viable en estos momentos debido a su situación y a pesar de que son varios los entrenadores que se han interesado por él. Pero el interés es una cosa, y otra diferente arriesgarse a firmar hasta final de temporada a un jugador que apenas ha estado jugando. Es por ello que, en caso de continuar en la NBA, la opción más real pasa por un contrato de diez días.

A partir de ahí, y según lo que suceda en los próximos días, empezaría a valorar la opción de regresar o no a Europa.