La FIBA confirmó en la noche del jueves que continua trabajando para la puesta en marcha de la Liga Campeones o Champions de Baloncesto que empezará en la temporada 2016/17, tras reunirse en Roma con los representantes de siete federaciones europeas de primer nivel.

"Los participantes han decidido por unanimidad que continuarán trabajando sobre el proyecto de Liga Campeones de Baloncesto, haciendo los cambios necesarios para tener en consideración los deseados principios deportivos y la apertura de un sistema de competición para clubes de elite para lanzar el torneo, como estaba planeado, en la temporada 2016/17 ", asegura el comunicado.

En la reunión participaron representantes de Francia, Alemania, Grecia, Italia, Rusia, España y Turquía, junto al presidente de la FIBA Horacio Muratore, el vicepresidente Turgay Demirel y el secretario general, Patrick Baumann.

Los directivos de las distintas federaciones se ocuparán ahora de "fomentar el crecimiento del baloncesto europeo" y de "informar a todos los clubes interesados en formar parte de la competición para que esta se formalice al principio de 2016".

Una situación que choca frontalmente con el nuevo proyecto de Euroliga anunciado semanas atrás, por el cual equipos como Valencia Basket o Unicaja no tendrían garantizada su presencia en la máxima competición europea al no disponer de una licencia fija aunque pudieran hacer méritos deportivos para jugarla. De ahí que, si nadie lo remedia, todo indica que el próximo año, el baloncesto europeo estará dividido en dos competiciones que se disputarán de forma paralela y que además podrían tener consecuencias directas en los campeonatos nacionales.

De hecho, según Eurohoops, existe la amenaza de exclusión de las competiciones nacionales a los equipos que se comprometan a participar en la Euroliga o la Eurocup.

En el partido del jueves entre el Unicaja y el Maccabi, en el que la afición local pitó y protestó por la exclusión de su equipo del nuevo formato de la Euroliga, algunas pancartas ya mostraron la posibilidad de abandonar la Euroliga para jugar la nueva Champions de la FIBA.