Los representantes de varias ligas europeas rechazaron este miércoles haber recibido presiones o coerciones por parte de la FIBA para que se sumen a partir de la próxima temporada a su proyecto de Liga de Campeones, rechazando así las acusaciones vertidas por la Euroliga esta semanaEuroliga.

En un comunicado de prensa, la FIBA informó de que se reunió este martes en París con una representación de las ligas nacionales por invitación de la Federación Francesa para analizar los resultados de los dos grupos de trabajo puestos en marcha para estudiar distintos aspectos de la nueva competición. Los presentes, según la nota de prensa, enfatizaron que su participación en la futura Liga de Campeones fue una elección "libre" basada en su interés por el proyecto y que en ningún caso responde a "presiones o coerciones" por parte de la FIBA.

Esta afirmación responde a la denuncia presentada por la Euroliga ante la Comisión Europea contra la FIBA y FIBA EuropaComisión EuropeaFIBA Europa "como consecuencia de las repetidas presiones que los clubes europeos reciben por parte de la federación internacional y sus filiales nacionales" para que renuncien a participar en sus competiciones.

En un comunicado remitido el lunes, la Euroliga subrayó que "los clubes de baloncesto europeos están sufriendo repetidas presiones por parte de la federación internacional y sus filiales nacionales" para que renuncien a participar en las competiciones que "los propios clubes, desde el año 2000, gestionan a través de la Euroliga".

En la reunión celebrada este miércoles en París, la FIBA y las ligas nacionales han acordado, siguiendo las recomendaciones de los grupos de trabajo, la creación el próximo 2 de marzo de una nueva empresa que tendrá su sede en Mies (Suiza) y que se encargará de dirigir y organizar la Liga de Campeones.

El 50 por ciento de dicha empresa pertenecería a la FIBA y la otra mitad sería propiedad de las diferentes ligas.

Además, se aprobó en la reunión el formato de la que sería la segunda competición europea, la Copa Europa, que podría incluso incluir a clubes de Oriente medio y de África del Norte, aunque ello dependería de diferentes aspectos legales, deportivos y de infraestructuras, concluye la nota de la FIBA.