El alero de la Universidad de Oregon Dillon Brooks debe mejorar sus dotes de interpretación a tenor de lo visto en su último partido en la NCAA. Brooks, jugador con proyección de acabar en la NBA, protagonizó uno de los piscinazos más descarados de la historia. Lógicamente, el vídeo de su acción se hizo rápidamente viral en las redes sociales.

En la jugada, Brooks intenta forzar una falta en ataque ante la penetración de un rival, pero es sancionado con falta en defensa pese a su intento por engañar al árbitro con un gesto totalmente exagerado. El trencilla no picó.

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