"Pau Gasol es el ejemplo del trabajo y la constancia y Juan Carlos Navarro es puro ejemplo cuando las cosas van mal. Ese es su liderazgo: saber navegar cuando el viento sopla en contra", ha afirmado el técnico al referirse a la gestión del colectivo

El seleccionador nacional de baloncesto, Sergio Scariolo, ha apostado por "ser coherente, por dar ejemplo delante de tu gente. ¿Quieres entusiasmo? Transmite entusiasmo. ¿Quieres energía? Transmite energía. Pero no te permitas tener días malos: si exijo lo máximo es porque yo doy lo máximo". Así se ha pronunciado en la conferencia denominada "La preparación como clave del éxito" que ha ofrecido este martes en la la presentación de la Escuela de Postgrado de la Universidad Europea de Valencia.

Al hablar de cómo la formación y la constancia han sido un principio básico de su trayectoria, el técnico italiano ha afirmado que "yo puedo tener días malos en mi día a día, pero cuando me pongo el uniforme de entrenador no tengo ningún derecho a llevar mis preocupaciones a los jugadores. Intento pensar en mi objetivo a largo plazo, a dónde quiero llegar, ganar una medalla, para no perder la conexión con el entrenamiento de todos los días. Para no salirme de mi camino".

Scariolo, licenciado en Derecho, ha asegurado que la enseñanza ha marcado su vida, puesto que sus padres eran docentes y además "siempre he relacionado la Universidad con la búsqueda de la excelencia" y por ello ha establecido un paralelismo en "como ha sido mi vida, el deporte alta competición". El técnico ha querido recordar sus comienzos como estudiante y el agradecimiento que tiene hacia sus padres que siempre le inculcaron el valor de los estudios porque "nunca se sabe lo que el deporte te puede ofrecer. Y eso se lo digo yo a mis hijos, que se quieren dedicar al deporte profesionalmente porque nunca sabemos qué sucederá".

El técnico italiano ha señalado que "estoy orgulloso de tener el título de Derecho en mi despacho, un título que me ha dado la posibilidad de ser un ciudadano del mundo", porque tal y como ha indicado "soy entrenador de baloncesto pero también persona y he de entender lo que sucede a mi alrededor". En ese sentido, ha afirmado que "el deporte te mete en una burbuja" y también "hay que entender lo que sucede fuera de tu micromundo".

"He ganado el 75 por ciento de los partidos que he jugado. Eso significa que de más de mil partidos, unas 250 noches que pasas en vela pensando qué has hecho mal. Y una de las cosas que he aprendido es que el remedio del fracaso es sencillamente insistir. No se trata de cambiar, se trata de que no estamos todavía preparados para hacer bien lo que estamos intentando hacer bien. Necesitamos más tiempo. A veces cuando las cosas van mal el primer impulso es querer cambiar: personas, sistemas... pero lo principal es tener fe, seguir insistiendo a que llegue el momento maduro y adecuado. Y si no llegas al objetivo habrás sido coherente con tus ideas y tus valores".

Cómo ser líder en un colectivo de líderes

Sergio Scariolo se ha referido al liderazgo y a las cualidades que deben tener los líderes. "Un jugador que encesta muchos puntos no tiene porqué ser líder. Liderazgo es saber dar ejemplo. Y no tienes que ser líder 360 grados, puedes serlo en una cosa. Mi misión es potenciar esa faceta en cada uno de los jugadores". En ese momento, Scariolo se ha referido a algunos jugadores de la selección española de baloncesto: "Pau (Gasol) tiene un rol más de líder en la selección que en su equipo y muchos jugadores son menos protagonistas en la selección que en sus equipos. Esto lo tienen que entender todos, todos deben encontrarse cómodos y nadie debe estar arrinconado". En ese sentido, ha indicado que de "Pau nadie destaca su faceta de trabajador incansable, de cómo entrena todos los días haga sol o llueva, cómo calienta antes del partido, como ha ido al gimnasio...De Navarro es puro ejemplo cuando las cosas van mal. No es un orador, pero él en los momentos complicados no le cambia la cara. Asume la responsabilidad del fallo del equipo como propia, dando la cara. Ese es su liderazgo: estar cuando el viento sopla en contra".

Siguiendo con los paralelismos entre el mundo del baloncesto y situaciones de la vida cotidiana, Sergio Scariolo ha querido transmitir a los presentes su visión del liderazgo: "Como líder lo primero que he de tener claro es hasta donde ese grupo puede llegar, estar todos en el mismo barco. Tener claro que durante el recorrido puede haber cambios pero el objetivo no puede cambiar. Hay que ser coherentes y no dar tumbos en función del último resultado, de una crítica". Por ello ha aconsejado a los presentes a cultivar una cualidad: "preocuparse por los demás e interesarse. Es una cualidad que me gustaría no perder jamás. Cuanto más consigo transmitir a mi gente que me preocupo por ellos tanto más conseguiré que crean en ellos mismos y crearé el clima adecuado para que mi trabajo funcione mejor".

Scariolo ha narrado una anécdota sobre el liderazgo y qué demandan las personas que se encuentran dentro de un colectivo: "Recuerdo un partido que el equipo me había transmitido sensaciones malas, como de desidia y mi speech en el vestuario fue muy enfocado a estos aspectos, a la motivación, y hubo un momento en que un jugador veterano me pregunto qué jugada quería que hicieran nada más comenzar la segunda parte. Me dijo: ´Dinos en momentos de dificultad qué hemos de hacer, dinos la primera jugada y luego igual vamos rodando". La enseñanza que extrajo fue: "volvamos a la esencia de lo que estamos haciendo. En momentos crisis es más importante tener claras las ideas que cualquier otra cosa".

Estableciendo una nueva comparación con el día a día, Scariolo indicó que es vital "dar la sensación de que tenemos un plan B, C, porque no todo sale bien a la primera".

Al repasar su trayectoria, marcada por los títulos y las medallas, y explicar cómo es posible mantener nuevos retos, Scariolo ha afirmado que "una de mis mayores motivaciones es poder sentirme a la altura de la tarea que tengo entre manos y tener la sensación de hacerlo bien, de encontrarme cómodo en el rol que tengo". En ese sentido, el técnico ha vuelto a hacer hincapié en el colectivo, en el trabajo en equipo y a su relación con los jugadores: "Tengo jugadores que han tenido la suerte de ser entrenados por los mejores entrenadores de la historia y ver la confianza que depositan en mi y ver cómo confiar en lo que yo les propongo, es la satisfacción más grande cuando lo consigo". "Los buenos jugadores quieren que se les entrene y quieren que se les diga la verdad. Quieren tener interlocutores que tengan la credibilidad de mirarlos a los ojos y decirles lo que están haciendo mal". Esta máxima también puede ser aplicada en el mundo de las relaciones profesionales, en los equipos de trabajo.

Sobre el futuro de su etapa al frente de la selección, el míster ha afirmado que "las selecciones están pasando por momento complicado, por lesiones de los jugadores" y los requerimientos de sus clubes€y por ello, "reconociendo el derecho de los clubes a tener una seguridad total sobre la salud de sus jugadores" a la vez es importante "entender que el deporte no es solo comercio, sino un transmisor de valores y eso quien mejor lo hace es la selección. No soy muy optimista, cada vez habrá más jugadores que renuncien a participar con sus selecciones".

Presentación de la Escuela de Postgrado de la Universidad Europea de Valencia

El director del Máster en Marketing Digital, Chema Lamirán, ha presentado la figura de Sergio Scariolo, todo un ejemplo de cómo "la constancia y el esfuerzo" dan sus frutos. "Lo importante que es aprender y prepararse para mejorar y crecer como personas". Además, Lamirán ha mostrado el proyecto de futuro que representa la Escuela de Postgrado de la Universidad Europea de Valencia y también ha querido establecer el paralelismo entre la formación continua y la trayectoria de Scariolo. "Baloncesto es estudiar, dedicar muchas horas para que cuando llegue el momento importante estés preparado".

Por su parte, Rocío Vidal, Alumni del Executive MBA en Alta Dirección en University of California, Berkeley, ha ofrecido su visión de la formación continua y de la Escuela de Postgrado de la Universidad Europea de Valencia, "un lugar donde nunca me he sentido un número, sino que ha sido un lugar de acogida donde siempre han explotado la parte de mí que se ha convertido en un tesoro".