Con la negativa por parte de la Euroliga a adelantar al martes las jornadas 9 y 23 para evitar que coincidan con las Ventanas de partidos de las selecciones clasificatorios para el Mundial de China 2019, la FIBA considera que ha perdido "una oportunidad de oro" para resolver el problema del calendario y acercar posturas con la federación internacional.

En una reunión de trabajo celebrada este viernes en Barcelona, la Euroliga ha acordado que no presentará a la' Euroleague Commercial Assets' (ECA) "ningún cambio en el calendario 2017-18", a la vez que ha lamentado que la primera propuesta de la FIBA sobre ello llegue "cinco años después del primer intento por parte de la Euroliga para llegar a un acuerdo".

La FIBA decidió el pasado miércoles que, durante sus Ventanas de noviembre de 2017 y febrero de 2018, todos los partidos de la Ronda Europea de Clasificación para la Copa del Mundo de 2019 sean trasladados del jueves al viernes. Con esta medida, intentaba anticiparse por si llegaba a un acuerdo con la Euroliga y que, esas semanas, los equipos de la máxima competición continental pudieran jugar el martes, con lo que, teóricamente, los jugadores podrían estar el viernes con sus selecciones.

Sin embargo, la negativa de los clubes de la Euroliga a hacer estos pequeños ajustes en el calendario le han decepcionado. "Han perdido una oportunidad de oro de resolver el problema del calendario de manera positiva para jugadores, clubes, equipos nacionales y, por su puesto, los aficionados", ha declarado a través de un comunicado.

"La toma de esta decisión confirma que la ECA se enfoca en el interés de un pequeño grupo de clubes, descuidando la gran familia del baloncesto y el desarrollo del deporte en Europa y atacando a los equipos nacionales", lamenta la FIBA.

La Euroliga, por su parte, indicó que "la propuesta de la FIBA no resuelve los principales problemas del 'calendario FIBA 2017' aprobado por la propia FIBA e impuesto sin ninguna consulta ni acuerdo previo a los clubes. En su lugar, la propuesta genera más dificultades", subraya la Euroliga.

Según la máxima competición europea, esta propuesta de la federación internacional "no pone solución al problema más importante puesto que no todos los jugadores estarán disponibles para los partidos oficiales de selecciones (por ejemplo, aquellos que disputan las principales competiciones de Norteamérica), dañando así el producto, no satisfaciendo las demandas de los aficionados, poniendo a algunos equipos nacionales en desventaja y produciendo una discriminación entre los jugadores del mismo país".

Además, dicho calendario "incrementa los viajes y el número de partidos para los jugadores, forzándoles a jugar un gran número de encuentros en un tiempo muy reducido sin días de descanso, aumentando el cansancio y el riesgo de sufrir una lesión", añade el comunicado. En cualquier caso, la Euroliga ha asegurado que mantendrá su compromiso de "mantener abierto un diálogo con vistas a alcanzar un amplio y duradero acuerdo con la FIBA que regule las relaciones y responsabilidades entre la federación internacional y los equipos de la Euroliga y la Eurocup".