En la NBA no se habla de otra cosa. La imagen del avión de los Oklahoma City Thunder tras aterrizar en Chicago en un vuelo procedente de Minnesota ha dado la vuelta al mundo. Y no es para menos. Y es que nadie se explica qué pudo golpear al avión a 9.000 metros de altura para destrozar el morro del mismo sin que ello impidiera al avión continuar su vuelo hasta aterrizar sin problemas.

Uno de los jugadores que iban en el avión era el español Álex Abrines, quien subió dos imágenes espectaculares del avión con el siguiente comentario:

Su compañero de equipo, Steven Adams, incluso invitó a la NASA a resolver el misterio.