Surrealista lo que ha sucedido esta madrugada en la NBA. En una decisión probablemente sin precedentes, Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, ha decidido delegar sus funciones durante un partido entero en sus propios jugadores. Así es. En el duelo ante los Phoenix Suns, uno de los peores equipos de toda la Liga, Kerr ha dejado a sus jugadores coger la pizarra durante los tiempos muertos y diseñar ellos las jugadas, así como implementar la estrategia con la que iban a ganar el partido. Y así lo han hecho. Los Iguodala, Durant, Curry y compañía se han dirigido a sí mismos y han ganado el partido.

El propio Steve Kerr explicaba la medida tras el encuentro: "Se lo dije tras el último partido. Les dije que íbamos a hacerlo, que este es su equipo. Creo que es una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta como entrenador. No es tu equipo ni el del GM ni el del dueño (no le voy a decir esto a Joe Lacob). Es el equipo de los jugadores. Es suyo y tienen que adueñarse de él. Nosotros como entrenadores podemos guiarles, pero no controlarles. Ellos determinan su propio camino. Creo que no hemos enfocado bien las cosas en el último mes y creí que es lo que había que hacer. Se comunicaron bastante bien y dibujaron algunas jugadas muy buenas. Fue una gran noche para ellos", ha asegurado Kerr, que seguramente retome sus funciones de entrenador de cara a los próximos partidos.