Si combinas trato humano con baloncesto la mezcla es inmejorable y los resultados siempre llegan. Esa es la filosofía del CB Bétera. Un modo de enseñar valores y aprender el deporte de la canasta que cada vez engancha más al pueblo y sus alrededores. Las cifras no engañan a nadie: durante el último lustro la escuela ha duplicado el número de equipos hasta los 14 de la actualidad y, lo más importante, ha logrado que 163 niñas y niños compartan una misma pasión. Eso bien pudo palparse en la presentación que celebró la entidad a principios de temporada en el Pabellón Municipal ante cerca de 300 personas.

Pero los fríos números no reflejan todo el trabajo que hay detrás del club. La labor de fidelización empieza con el esfuerzo diario de todos los monitores -el 90% de ellos con título de entrenador y más del 60% también licenciados en Ciencias del Deporte- y alcanza su punto álgido en los diversos campus y actividades que complementan la formación de los chavales que ya se encuentran en el club, al mismo tiempo que sirven también para darse a conocer entre los que vienen de fuera. Sin ir más lejos, el último Campus de Pascua celebrado hace apenas una semana batió todos los registros del club en ediciones pasadas al acoger a más de 70 jugadores.

La clave de este éxito es una enseñanza que tenga en cuenta que el niño es el centro sobre el que gira todo. Hay que adaptarse a cada persona y sus características. Por eso la gran mayoría de conjuntos cuenta además con otro monitor extra para atender aquellos detalles que marcan la diferencia tanto a nivel deportivo como humano. Esa faena de inclusión funciona como eje vertebrador para aportar un bagaje vital práctico que sea de utilidad ya no solo cuando estén dentro de la cancha, sino fuera de ella y en su desarrollo personal en la vida adulta.

Una de las grandes apuestas de esta temporada es el impulso del baloncesto femenino, que este año cuenta por primera vez con un equipo infantil propio y continúa en línea ascendente con la presencia de un equipo cadete. Además, el CB Bétera presenta también un equipo baby, un prebenjamín, dos benjamines, tres alevines, dos equipos infantiles masculinos, otro cadete, un júnior y el senior. O lo que es lo mismo, cuatro equipos más que en la 2014-15. Algo que sería imposible de coordinar sin la ayuda y colaboración del Ayuntamiento de Bétera, que este mismo curso ha apostado por renovar las instalaciones del Polideportivo Municipal.

La presencia del club dentro del panorama del baloncesto valenciano es cada día más visible, como demostró el clínic que el pasado mes de marzo impartió Nacho Palmero, director deportivo de la escuela, junto a la FBCV en Alicante sobre prevención de lesiones. En definitiva, el CB Bétera sigue en línea ascendente. Y es que, como bien remarca su eslogan, es ‘La escuela que mola’.