Los alimentos procesados, tal y como los consumimos, suelen pasar por un largo camino antes de convertirse en el producto final. Un proceso por el cual se le añaden a la materia prima inicial una serie de aditivos y conservantes para su mejor duración en el tiempo.

Dicen que somos lo que comemos, pero ¿qué comemos exactamente? Hace unos años, una conocida franquicia de café se convirtió en el centro de todas las miradas, cuando un grupo de activistas veganos supieron por qué el frapuccino de fresa tenía ese color rojizo. El uso de insectos en un producto "apto para veganos" fue la gota que colmó el vaso.

Sin embargo, el uso de cochinillas -sí, los pequeños escarabajos- es un colorante natural muy consagrado en la industria alimentaria y se lleva utilizando, dentro del marco legal, durante muchos años.

Colorante rojo

Las cochinillas hembras se alimentan de las bayas rojas de los cactus, concentrando el color rojo en sus cuerpos. Los agricultores se encargan de recolectar toneladas de estos insectos y secarlos a la luz del sol para conservar mejor su color. Después se machacan hasta convertirlos en polvo, que se mezcla con una sustancia acuosa y de esta forma obtenemos el colorante alimenticio rojo.

Extracto de algas

Muchos helados y cremas de helado consiguen su espesor de un ingrediente poco común: la carragenina. Un extracto de algas marinas muy usado en el proceso de los alimentos para lograr una determinada consistencia.

Pulpa de la madera

El serrín de la madera (celulosa), compuesto por pequeñas piezas de fibra vegetales se emplea para diversos usos que tal vez desconocías. Esta pulpa de la madera se usa en productos para hacerlos más cremosos. También, el uso de este aditivo alimentario se mezcla con el queso rallado que compramos en los supermercados para prevenir el apelmazamiento.

Surimi

Se conoce popularmente como sucedáneo de patas de cangrejo, pero en realidad están hechos con piezas de merluza, caballa y bacalao, que se mezclan en repetidas ocasiones para luego recalentarlas y enfriarlas, sucesivamente, durante 40 minutos. Con el gel final que queda se agregan los colorantes, conservantes y demás ingredientes y se congela.

Gelatina

El postre preferido de muchos niños aunque parezca mentira, se obtiene a partir del colágeno procedente del tejido conectivo de animales. Es decir, la piel de los animales y sus huesos, que son triturados y tratados con productos ácidos para obtener una mezcla que se esteriliza para después enfriarla.

Los alimentos procesados, como todo, tienen sus ventajas y sus desventajas. En referente a lo primero, gracias al procesado de alimentos podemos disponer de una amplia variedad de productos durante todo el año. Entre ellos, frutas, verduras, carnes y leche, que solemos consumir diariamente.

Sin embargo, el hecho de usar aditivos tan extraños, como celulosa o carragenina, los hacen parecer poco apetecibles -y saludables- para su consumo.

Y vosotros, ¿qué opináis?