"Los prejuicios son la razón de los tontos", decía Voltaire. Esta niña de dos años demostró a todo el mundo que los prejuicios -además de la razón de los tontos- son de los adultos y no de los niños cuando la dependienta de una tienda de juguetes le pidió que eligiera una muñeca diferente a la que ella había cogido.

Su nombre es Sophia, tiene dos añitos y es de Carolina del Sur. Según cuenta su madre, Brandi Brenner, Sophia ya ha aprendido a hacer sus necesidades en el orinal y como recompensa al esfuerzo ella y su marido decidieron dejarle elegir un regalo en una tienda de juguetes.

Y allá que fueron. Una vez en la tienda, Sophia escogió una muñeca médico porque, de acuerdo con su madre, está obsesionada con ser médico. De pronto, una vendedora se acerca a la niña y le pregunta: "¿Estás segura de que esa es la muñeca que quieres, cariño?" A lo que ella respondió: "Sí, ¡por favor!". A pesar del entusiasmos y la contundencia con la que Sophia contestó, la vendedora añadió: "Pero ella no se parece a ti. Tenemos un montón de muñecas que se parecen más a ti".

Ahora viene lo bonito de la historia, que no es más que la valiosa lección de vida que la pequeña Sophia dio a la dependienta y a todo el mundo a raíz de que su historia se hiciera viral en Instagram y Facebook.

Antes de que su madre pudiera intervenir, Sophia se adelantó y con total naturalidad respondió: "Sí que se parece. Ella es doctora como yo. Y yo soy una niña guapa y ella es una niña guapa. Mira, ¿Ves que pelo tan bonito tiene? ¿Y has visto su estetoscopio?". La impertinente dependienta, casi sin palabras, respondió: "Oh, eso está muy bien".

"Esta experiencia acaba de confirmar mi creencia de que no hemos nacido con la idea de que el color de piel importa. La piel viene en diferentes colores al igual que el pelo, los ojos y cada una es hermosa", concluía Brandi Brenner en su post.