Yurena Sabio tiene 16 años, un pez amarillo llamado 'Pesesín' con el que no se podía ir de vacaciones y un montón de ingenio que la ha hecho famosa en toda España. La gijonesa se enfrentó hace una semana a un grave dilema: o las vacaciones o el pez. Porque en casa le dijeron que "todo no era compatible". Y como no encontró con quién dejar a su mascota, porque "todos los amigos estaban de vacaciones también y esta vez no tenía ayuda", decidió optar por una solución sorprendente.

Antes de deshacerse de 'Pesesín' se decidió a depositarlo con su pecera en el portal del edificio, junto con una nota acalaratoria: "Me voy unos días de vacaciones y no me dejan llevar a 'Pesesín'. Necesito vuestra ayuda para que le deis de comer. Sólo se le debe echar una vez al día. Dejo la comida y un cuadro para saber cuándo comió". Y "que sea lo que Dios quiera, tenía miedo hasta de que me denunciaran a la protectora de animales", afirma Yurena.

La respuesta, en cambio, no pudo ser mejor. Los vecinos de su bloque se tomaron a pecho la tarea de alimentar al pez, cambiarle el agua y anotar cada día que el animal había comido. Hubo quien incluso lo dejó nadar un rato en el lavabo de su casa mientras renovaba el agua de la pecera. "Pasólo estupendo", afirma el vecino en cuestión en el "parte" diario de cuidados a 'Pesesín'. Y Carmen, vecina del bloque, se encargó de comprar un bote de comida. "Ví que se le había acabado y compré otro, no tiene nada de especial", aseguraba ayer sorprendida con la repercusión de la historia.

Porque del portal del bloque, 'Pesesín' ha saltado a las redes sociales para nadar como la pólvora. Todo, por obra y gracia de otra de las vecinas, Nuria Gontán, que también estuvo de vacaciones la pasada semana y al llegar el martes por la mañana a su casa se encontró con la pecera en el rellano. "Le hice una foto y subí un par de comentarios a Twitter, contando que teníamos un pez en el portal. La gente empezó a comentarlo y compartirlo y casi me muero del susto cuando hoy por la mañana empezaron a contactarme de medios nacionales para sacar la historia", relata.

Yurena, por su parte, se fue de vacaciones por León y Galicia sin saber más que "el pez estaba alimentado, porque mis amigos pasaban por el portal y veían que la gente le había echado de comer". Cuando llegó en la noche del martes a su casa, recogió al pez, el papel en el que los vecinos le habían anotado los cuidados de 'Pesesín' encantada con la respuesta vecinal y poco más. Hasta que "un amigo empezó a decirme que la historia estaba en Twitter con miles de mensajes".

Al poco empezaron a llegar las llamadas de las televisiones nacionales, y este miércoles se pasó la jornada atendiendo mensajes de toda España. "Hasta me ha contactado una tienda de mascotas de Barcelona para regalarme un alimentador automático para peces para la próxima vez que no tenga con quién dejarlo", afirmaba entre risas y "alucinando" con que media España hable de su pez. "Fue un gesto inocente, pensé que era mejor que abandonarlo después de tenerlo durante un año y once meses", cuenta la joven después de agradecer a los vecinos su bondad.

Con alimentador automático o sin él, puede irse de vacaciones tranquila: su comunidad de vecinos admite al "pez huésped".