Mis manos están muertas y se niegan a escribir porque no entienden que ahora no se critique la situación de Angulo con la misma virulencia, pongan violencia si les da la gana, con la que se criticó hace unos tiempos a personajes como Ronald Koeman. Y he escrito el nombre del holandés porque sé que hay gente a la que se molesta solo con leer su nombre, y mi menda lerenda de vez en cuando se siente un poco modernista y juega a ´pervertir al burgués´. Y aunque sé que ahora vendrán los de siempre y me dirán que soy un loco de las letras y que no tengo ni idea de fútbol, lo vuelvo a repetir: ¿por qué antes tanto y ahora tan poco? ¿por qué ahora no se critica al Valencia y antes sí? Dime qué y por qué criticas, y te diré quién eres. ¿Y quién soy yo? Pues he visto que hay por ahí un post sitio de internet de madridistas que se llama «estoy harto de Carlos Bosch». Ja, ja, ja, ja. Un placer señores aficionados del Real Madrid, un auténtico placer...

Benítez y la actitud

Mis manos están muertas y se niegan a escribir porque en lo que va de verano sólo a Dealbert le he leído algo así: «No me perdonaría dejar escapar esta oportunidad». Y puede que Dealbert no haya jugado ningún partido en primera división, pero a mi ya me ha ganado. Ya saben que me pierden las ganas, la ilusión y sobre todo, me pierden los jugadores con actitud, —por eso mi neurona no entiende ese reciente fanatismo hacia Banega. Yo le digo que a falta de pan...—. ¿Ya nadie se acuerda que una de las claves del Valencia de Benítez fue la actitud de la plantilla?

Una de Carleto

Mis manos están muertas y se niegan a escribir porque Emery no le ha dicho a Carleto que no cuenta con él... Están muertas porque en Valencia se le está faltando el respeto a un jugador solo porque un entrenador no lo ha puesto. ¿Acaso alguno de los que jugó contra el Cádiz demostró ese día que vale para jugar en el Valencia? Lo que pasa que solo se dice de Carleto porque nos pensamos que sabemos más que nadie y a la primera cagada del chaval ya decimos aquello de «¿ves como no vale para jugar en el Valencia?». Y no nos damos cuenta que con eso no hacemos más que resaltar lo que hace mal sin darnos cuenta de que desde que llegó ha mejorado poco a poco. Lo que Carleto hace mal se aprende. Otros no aprenderán jamás. Eso sí, sigo pensando que tiene que salir cedido.

La esquina del zorro

Mis manos están muertas, se niegan a escribir porque han pasado otros quince días sin escribir y cuando se enfrentan de nuevo al teclado no saben qué hacer porque todo sigue igual. Mis manos están muertas y se niegan a escribir porque si la conclusión de todo el verano es que estamos en manos de Dalport, algo falla en todo esto. Mis manos están muertas porque estamos en manos de una empresa de la que no sabemos nada. ¿Hemos perdido un verano más? ¿Hemos perdido dos veranos? No sigo porque mis manos van despertando poco a poco y ya noto que quieren escribir, y hay cosas que no quiero escribir porque no quiero llegar «al final de la calle para entrar en el mismo rincón. Como siempre una esquina mortal de cerveza por el mostrador... en la esquina del zorro».