El fichaje de Stankevicius me parece más que interesante desde el punto de vista económico. Si además, se confirman los informes que dicen que el jugador es un tipo serio, profesional y centrado, no habrá más remedio que felicitar al club más allá de que dentro de unas semanas alguien pueda decirme que soy un pelota y que no tengo ni puñetera idea de fútbol. A estas alturas ya me da igual, me importa más decir lo que realmente pensamos mi neurona preguntona y yo. Y a los dos nos gusta la operación. Es todo lo que puedo decir. En cambio, no me gusta tanto la actitud de Manuel Fernandes, y vaya por delante que voy a decir lo que pienso aunque haya quien le duela. Que al final no haya aparecido el Tottenham, aparte de restar credibilidad a todos aquellos periodistas que un día creímos que sería así, debería servir a Manuel tomar conciencia verdadera de lo que es y sobre todo de lo que vale para lo que hace. Por él solo han preguntado Zaragoza, Espanyol y a última hora el Málaga. No hay más, y si no hay más es porque él no lo propicia. No tengo nada contra él, pero si no haces una buena temporada no vas a tener buenas ofertas. Lo peor de todo es que después de estar toda la pretemporada diciendo que se quiere ir, el Valencia llega a un acuerdo con el Málaga según el cual el club andaluz dice que paga toda la ficha y va él y se niega a marcharse... No lo entiendo. Lo tiene muy fácil, se va al Málaga, hace un temporadón y deja en evidencia a todos los que han perdido la fe en él, entre los que me incluyo. Después, la temporada que viene vuelve al Valencia por la puerta grande y como un torero. ¿Dónde está el problema? El problema está en que el Valencia está en peligro de muerte económica y con la cesión Fernandes no se ahorra un buen pellizco. Manuel, espero que no sea un capricho. Ahora solo tienes una manera de subsanar esta cagada... ¡Juega a fútbol!