Parece mentira que a estas alturas de la movida, y a pesar de todo lo que hemos tenido que aguantar con la prensa madridista, mi menda lerenda todavía no haya perdido la capacidad de sorprenderse y lo que es mejor, de indignarse con todo lo que rodea al equipo de La Cueva de Alí Babá. El problema que tienen en los madriles es que el amigo Mou hace tiempo que les tiene por sus principales enemigos pero no se daban por aludidos, es decir, o son tontos, o se lo hacen muy bien. O las dos cosas. El caso es que la penúltima victoria del Barça de Guardiola sobre los blancos ha abierto los cajones ya ha salido tanta mierda que van sueltos y sin correa, como francotiradores miopes que esperan el menor ruido para vaciar rabiosamente el cargador convencidos de que con ello restablecen la justicia divina. Resulta de lo más curioso asistir a este circo de lo absurdo en el que un tipo llamado ´The Special One´, pasa en un mes de ser el entrenador del mejor equipo del mundo de 2011 —por delante del Barcelona de Guardiola que en ese año ´solamente´ ganó la Liga, la Champions, la Supercopa de España, la de Europa y el Mundial de clubes— a protagonizar y ser cuplable de los más crudos informes que se recuerdan. Hasta es indignante comprobar cómo algo más un año después de que aterrizara en la Castellana, justo ahora les da por hablar de sus planteamientos futbolísticos, esos que en el Inter rozaban la perfección pero que son pura bazofia cuando no les sirve para ganar al Barça. Y lo hacen sin ser conscientes de que el problema no es ´cómo´; el problema es que no ganan, si ganaran, no le pondrían pegas a la manera de ganar. Por lo tanto, cada día parece más evidente que cuando se vaya, el portugués maldito les cantará las cuatro verdades del barquero a estos interesados de la fe madridista, capaces de convertir la Copa del Rey en el más absurdo de los títulos solo porque el Real Madid ya no la puede ganar.

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