Lo que tiene confundir los mercenarios con los geranios y salir vivo es que al día siguiente ya puedes escribir lo que quieras que a peor no puedes ir. Es el negocio este del periodismo, que siempre hay un día siguiente. Y ahí andaba mi menda lerenda ayer, entre geranios y mercenarios cuando me dio por hacer un silogismo de esos que solo Jaume Ortí es capaz de cuadrar como si fuera el círculo. Para tener la fiesta en paz empecemos por definir ´silogismo´ y por lo visto es algo así como «una forma de razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos», es decir, que si hay una colilla y huele, alguien ha fumado. Los silogismos y frases del amigo Jaume ya son otra cosa, como aquella vez que acabó con una cola que mordía a la pescadilla... Y mientras trato de convencer a la neurona preguntona para que le ocurra algo sobre lo que escribir, el destino quiere que suene el móvil y sea Jaume Ortí con su «ie bonico, como estas?». Charlamos unos minutos, arreglamos el Valencia y el mundo y nos despedimos son más hasta otra. Y mientras recuerdo su saludo pienso en la cola que busca una pescadilla o mejor dicho, tato de averiguar si la pescadilla tiene cola. Es decir, qué es lo primero, ¿el huevo o a gallina? Dicho de otra manera y por poner un ejemplo, cuando le pedimos a Djukic que le saque rendimiento a Parejo y recordamos que con otro entrenador que fue poco agradecido con el Valencia Parejo rindió muy bien, ¿qué tiene que ser primero, que lo ponga Djukic o que el futbolista en cuestión le demuestre a Djukic que se merece una oportunidad? Llegados a este punto de locura interpretativa, y liados entre mercenarios y geranios, solo soy capaz de llegar a una conclusión; probablemente en este caso, y aunque solo sea para no darle la razón a Jaume Ortí por una vez en la vida, se produce la cuadratura del círculo y el silogismo de la pescadilla sin cola de Jaume Ortí se convierte en verdad absoluta y matemática porque se cumplen las dos condiciones, la del huevo y la de la gallina, es decir, Parejo se ha ganado la oportunidad después de lo bien que lo hizo los pocos minutos que jugó ante la Real Sociedad y Djukic tiene que dar un paso hacia adelante porque o le saca rendimiento al jugador, o esto no hay por dónde cogerlo que me he cansado de ser ateo... ¡Que viva Dios!

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