Me asusta pensar lo poco que han tenido que hacer Real Sociedad y Villarreal para meterle seis goles al Valencia y me cansa el debate de si la culpa es de los jugadores o del entrenador. Me toca las narices que todo lo enfoquemos en si los jugadores quieren o no quieren, si pasan de todo o no, o si quieren es cargarse a un entrenador del que el presidente ha dicho que acabará la temporada pase lo que pase. Eso mola, vende y provoca discusiones acaloradas, pero no debemos olvidar una cosa; este equipo no juega a nada. Siento escribir lo que voy a escribir pero como lo siento en el alma, lo escribo: este equipo la temporada pasada jugaba a fútbol y competía. Ahora va de ridículo en ridículo. Y tanta diferencia no puede basarse en que antes estaba Soldado y ahora Postiga. Futbolísticamente es un argumento tan simple que como periodista me niego a utilizar por respeto al aficionado. El ejemplo más claro de lo que trato de decir es el Villarreal, donde su entrenador exprime lo que tiene y forma un EQUIPO con el que ha trabajado la manera de meterle mano al rival al que se enfrenta. No hay más. Cuando tantos jugadores están mal o por debajo del nivel que les hemos visto, los que fallan no son los jugadores, es otra cosa. Y ojo que he escrito «por debajo del nivel que les hemos visto» y no «por debajo del nivel que se les supone...». En lo que a mi respecta ya hace mucho que dije que le daré a Djukic tantas oportunidades como le dé el Valencia, su afición y el fútbol, pero hemos llegado a un punto tal, que seguir confiando en él es un acto de fe. Por cierto, que ando tan aturdido por la derrota que no recuerdo que habré escrito recientemente del Villarreal como para que me manden tantos recuerdos desde allí...Ya ves, no pensaba yo que eran tantos.

twitter.com/Carlos_bosch