Un domingo por la mañana, al solecito después de ganar en Eibar con personalidad, honradez y ´arremangantse´ da para mucho. Tanto que mi perro paseaba feliz saltando de naranjo en naranjo pasando olímpicamente de nosotros mienttras mi neurona preguntona y yo divagábamos sobre dónde puede llegar el proyecto del Valencia. Es un equipo que como dice Fernando García Berlanga, va a ir «claramente a más», con futbolistas comprometidos y algunos de mucha jerarquía. Y pensábamos en la llegada de Enzo Pérez y en cómo sería la temporada que viene si estamos en Champions con Peter Lim emocionado como nosotros y dispuesto a tirar de chequera. Y ahí, cuando mi mente comenzaba a volar pensando en que este equipo bien reforzado «competirá en Champions y no se deshará como un azucarillo como nos pasó ante el Shalke o el Chelsea años atrás» reapareció la pesada de mi neurona preguntona para hacer una de sus preguntas puñeteras. «Carlos, ¿tiene sentido que a Peter Lim le pongan límites para fichar jugadores con el control económico y que al mismo tiempo el Madrid y el Barça se lleven la mitad de los derechos económicos televisivos?». La condenada me bajó de golpe de mi nube azul donde todo es como yo lo he inventado, pero tiene razón. Admito que por mi forma de ser no me gusta eso de que el pez grande se come al pequeño porque es una manera facilona de resumir el capitalismo feroz y despiadado, pero posiblemente en el único ámbito de la vida en que lo aplauda sea en mi Valencia, y ya que estamos manda narices que haya un tipo con dinero y dispuesto a gastárselo para reforzar el equipo pero las leyes le pongan trabas al mismo tiempo que las leyes permiten que los más grandes se lleven la mitad del pastel económico de las televisiones, algo que por otra parte solo pasa en España. No soy economista y necesitaría muchas ´letras arrejuntadas´ para explicar el control financiero y que se pudiera enteder, tampoco soy abogado aunque sí entiendo que una ley, la del Fair Play y la otra, la que le da por el morro el dinero de las televisiones al Real Meseta y el FC Valors, vienen de diferentes organismos, pero me da igual porque lo único que sé es que al final quienes sale beneficiado gracias a la aplicación de las dos leyes son, como siempre, los mismos. No encaja que por un lado se ponga el freno y por el otro haya desenfreno... No encaja.