Debate interno con mi neurona preguntona sobre el oficio de periodista como lo entiendo hoy, y hoy no es ayer ni mañana, hoy es ahora y solo en este preciso instante. La gente necesita cariño y le damos guerra. Le damos de nuestra guerra mientras al otro lado interpreto al aficionado vigilante y a la expectativa. Los veo que toman nota para ver quién saca la patita de nuevo como si de otro proceso de venta se tratara. Cuántos se han escondido detrás del balón mientras rodaba tratando de engañar y cuánto los ha puesto en su sitio otra vez la tozuda realidad cuando ya no hay goles que contar. Se ven felices incapaces como son de percatarse de la sospecha del aficionado que se los figura danzando en la noche como malditos alrededor de una hoguera celebrando lo que creen es una victoria particular sin pararse a pensar si es bueno o malo para el Valencia, y sin pararse a pensar si es justo o no. Y lo que es mejor, sin pararse a pensar si existe esa guerra que ellos alientan y por la que salivan cada vez que interpretan maliciosamente que alguien puede caer en mitad de la batalla. Y mientras tantos celebran una victoria que no será tal porque no tiene porqué darse en una batalla de la que no saben absolutamente nada, la gente sufre. Y se eriza porque los ve disfrutar y se indigna porque sabe que las risas de ahora son el rencor de batalla perdida hace unos meses. Y como siempre, nadie piensa en el Valencia y mucho menos en sus aficionados. Tanta filosofía barata puede resumirse de una forma más natural, más cortita y al pie; danzan porque Amadeo Salvo no les coge el teléfono, ni les devuelve las llamadas ni les contesta a los washap€ «y danzan, y danzan, y danzan las sotanas€» pero «su monumento a los caídos de vergüenza se desangra».

Sobre carbonerito

No para ni taxis

Mensaje al Valencia en general, a sus dirigentes en particular y a su propietario en especial. ¡Ni se les ocurra fichar a Iker Casillas! ¿Por qué? Muy fácil, Iker ´Carbonerito´ Casillas no para ni taxis. Por no hablar de lo insoportable que sería escuchar a los de la meseta justificar cada cantada del ´Santo´ diciendo que si la culpa la tienen los defensas o que la tienen el medio centro que no ha cerrado bien. Por otra parte, la Sara Carbonero cantando los goles del Valencia sería ya para emigrar...