En dos partidos oficiales Nuno ya había hecho debutar a todos los jugadores de campo, lo cual servía para que el personal se hiciera una idea de que la temporada, con Liga de Campeones, estará marcada por las rotaciones.

Pero como todo en la vida, las rotaciones molan si se hacen bien y sin dan resultado, y ayer el entrenador del Valencia no acertó, ni en el once inicial ni en los cambios. Al menos en uno de los cambios. Puedo llegar a creerme que son necesarias las rotaciones, y yo también vi muy cansado a Parejo en los minutos finales del partido en Mónaco, pero la temporada acaba de empezar y esta semana no hay Liga. No se entiende que Danilo juegue por Parejo ni que Santi Mina juegue por Feghouli. Tan incomprensible es que el propio entrenador corrigió, tarde en mi opinión —yo lo hubiera hecho en el descanso—, pero corrigió. Ahora bien, lo de quitar a Negredo para meter a Alcácer y de paso dejar a Rodrigo en el campo los noventa minutos es un chiste de mal gusto de Nuno y así se lo hizo ver Mestalla. Bronca y de las guapas.

No quiero dejar pasar la ocasión para decir que las respuestas de Nuno cuando le preguntan por los cambios y las alineaciones son cachondas, dice que todas las decisiones están pensadas para ganar y por el bien del equipo... ¡No me fastidies! Eso no lo duda nadie, lo que exige la gente es que acierte. Pero ojo, no todo se lo vamos a echar al saco de Nuno. Los jugadores no salieron a Mestalla con la intensidad con que han salido en otras ocasiones, y eso no se puede permitir.

Esto acaba de empezar pero los jugadores tienen que saber desde ya que después de jugar en Champions, que mola mucho, hay Liga y tienen que saber desde el primer momento que no vale salir relajados a sitios como San Mamés, Anoeta, El Madrigal o Cornellà. Otro asunto es el de los goles recibidos. Los cuatro goles que ha encajado el Valencia en los cuatro partidos oficiales que ha jugado tienen una característica; no se ha defendido bien. Y sí, ya sé que en todos los goles hay errores o que si no hubiera errores no habría goles, lo que quiero decir es que repaso mentalmente los tres goles que le hizo el Mónaco y el de ayer, y me recuerdan un poco a los que recibíamos cuando los centrales eran Ricardo Costa, Mathieu o Víctor Ruiz, sobre todo en lo que a falta de contundencia se refiere. Mustafi no puede con todo. Menos mal que hemos fichado dos.