Imposible resistir la tentación de escribir unas líneas sobre la Junta de accionistas del Valencia. Y apelo a una de las ideas que me puse entre ceja y ceja durante el proceso de venta; «esto no me lo cuenta nadie, yo quiero verlo con mis propios ojos». Y eso hice durante el proceso de venta, ir a los sitios y mirar con los ojos de ver, de entender las cosas. Estuve en las dos Asambleas de Mestalla, en las dos votaciones de la Fundación, en las diferentes ruedas de prensa y haciendo guardia a las puertas del club y la fundación más de una vez, como ese viernes en que se hizo la venta oficial mucho más tarde de lo que esperábamos. Tampoco quise que lo de ayer me lo contara nadie.

Fui a la Junta con una idea que no podía quitarme de la cabeza; hoy un tipo va a aprobar que pone cien millones de euros de su bolsillo en el Valencia. ¡Cien millones de euros! Es una cantidad de dinero tal que ni soy capaz de descifrarla en pesetas para tratar de darle más contexto y hacerme una idea más real de cuánto es eso. Salí de la Junta reforzado en esa idea, pero de manera secundaria. Me gustaron otras. Como siempre, me gustaron más las personas. Lo que yo vi e la Junta de Accionistas son valencianistas con ganas de agradecer a Peter Lim el dinero que se gasta, pero con ganas de decirle a Peter Lim que el verano pasado metió la pata hasta el fondo cuando, por lo que fuera, salieron Amadeo Salvo, Rufete y Ayala del club y luego le dio todo el poder a Nuno con Jorge Mendes jugueteando por detrás. Eso vi. Lo digo como lo siento, vi a valencianistas preocupados porque en el consejo de administración del Valencia no haya valencianos, no haya nadie «que senta el ferro».

Y vi a Layhoon. Esta mujer no tiene ni idea de fútbol, pero es condenadamente inteligente. Entiendo que no debe hablar cada día ni tampoco cada semana, pero da gusto escucharla. Si acaso, la próxima vez que hable en público para los aficionados del Valencia, que no le escriban el discurso, va sobrada. Mucho mejor cuando salió a responder a las preguntas de los accionistas que cuando leyó del papel que tenía enfrente. Cuando escribo esto es bastante tarde y no lo niego, tengo ganas de irme a casa a cenar y desconectar un rato, pero como es lo que siento, lo voy a decir, a mí, Layhoon me representa. Y no tengo ninguna intención de ir a Singapur porque me molesta bastante salir de L´horta Nord. Soy así, vivo feliz en mi pueblo con mi familia y mis amigos. Pero ayer sentí que esta mujer me representa y eso debieron sentir los valencianistas que se levantaron a aplaudir de manera espontánea y sincera cuando ella dijo que le ofende que se diga que Peter Lim viene al Valencia a robar porque para ellos, la credibilidad es más importante que el dinero. O cuando admitió que de pequeña no iba a Mestalla «pero he estado doce meses en Madrid peleando con Bankia». Y sobre todo, cuando nos miró a los ojos a todos y cada uno de los que estábamos allí y nos dijo que no la vemos como «uno de los nuestros». En ese momento pensé, esta tía, es valiente. Me gusta.

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