Y de repente Gustavo me pregunta qué significa para mí el regreso de Rafa Benítez a Valencia. En ese momento no he podido evitar rebuscar en el disco duro y sonreír al recordar los buenos momentos vividos con él y gracias a él. Ya dicen que en esta vida de bien nacidos es ser agradecidos, y no seré yo quien niegue que Rafa se merece una ovación de Mestalla, pero una y no más. Si he de ser sincero, lo que yo quiero es que cuando termine el partido el tito Floren se vea obligado a destituir a Rafa Benítez porque eso significará que el Valencia le ha ganado al Real Meseta y que lo ha hecho siendo superior y sin trampas. Insisto, Benítez se ha ganado una ovación de los valencianistas, pero quien de verdad necesita el cariño de la grada es el Valencia de ahora. Necesitan apoyo los jugadores de ahora y el entrenador de ahora. Me hago mayor y cada día estoy más de acuerdo con algunas de las cosas que no gustaban a Luis Aragonés: nada de homenajes antes del partido. De hecho, así es como más gusta el Valencia en Madrid, dócil y ´aplaudidor´. No quiero fastidiarle a nadie su particular viaje por la deliciosa nostalgia de dos Ligas y una UEFA porque cada uno es libre de recordar lo que le dé la gana, pero si el Valencia hoy pierde se planta a un partido para que termine la primera vuelta con 22 puntos. ¿Estamos para homenajes? Pues eso. Quien se ha dado cuenta del asunto es Gary Neville, que pide que cuando empiece el partido termine la gratitud. Con ello no sé si está pidiendo también que el público dé el primer paso, pero lo cierto es que hoy toca. Me gusta la idea de que no sea Mestalla quien tire del equipo, que sea el equipo quien provoque los aplausos y que los aficionados vean que los jugadores lo dan todo, pero la realidad de esta noche es otra; el Valencia de Neville necesita como mínimo no perder, y en su caso, hacerlo plantando cara.

Enfrente hay un equipo muy poderoso y ya no tenemos a Otamendi, Ayala, Albelda o Baraja, futbolistas que parecían nacidos para estas batallas. De alguna manera habrá que sustituirlos... ¡hacemos falta todos! Por no hablar de que tras el empate del FC Valors será complicado que el árbitro se resista a la tentación de echarle una cable al Real Meseta con tal de que puedan decir aquello de que empieza otra vez la Liga.

PD: ¿Se han dado cuenta de que de repente en La Central Lechera ya no se habla de árbitros? ¡Miedo me dan!

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