Pues sí, yo también esperaba que con la llegada de Negredo tendríamos un delantero ´pepino´ de esos que hacen treinta goles por temporada y deciden partidos ellos solitos. Un futbolista cuya presencia es suficiente como para sembrar el pánico entre los rivales. Y sí, yo he sido el primero que he criticado a Negredo porque nos ha fallado en momentos clave como el día del Real Meseta, pero hoy me quito el sombrero con el Tiburón. En esto del fútbol hay muchas maneras de hacer equipo y remar a favor, y una es salir a dar la cara en rueda de prensa y lanzar un mensaje positivo desde la autocrítica. Qué opino sobre el Valencia ya lo saben pero lo repito: Nuno y Mendes coleccionaron futbolistas en vez de hacer un equipo, y ahora como dice Paco Lluís, tenemos «un ganao molt tendre». El problema del Valencia es que le faltan uno o dos jugadores de entidad, de jerarquía, veteranos que no se asusten cuando de ir a la guerra se trata o cuando brame la grada impaciente, no es un problema de falta de calidad, por más que podríamos tener más calidad, obviamente. Por ello el otro día le di públicamente las gracias a Paco Alcácer, porque salió a Mestalla en medio de la tormenta y cuando otros se escondían presas del pánico él dijo a sus compañeros, «balones a mí». Hoy aplaudo a Negredo porque salir en rueda de prensa tal y como está el patio y decir «yo creo en este entrenador y en esta plantilla» es un ejercicio que nadie ha hecho y para el que se requiere personalidad. Y desde los ejemplos de Paco y Negredo, me dirijo al resto de jugadores veteranos y que pintan algo en este Valencia porque entiendo que poco le puedo pedir a un australiano recién llegado, o a un brasileño de 19 años más allá de profesionalidad. Hoy escribo para Parejo, Barragán, Piatti, Javi Fuego, Enzo Pérez, Feghouli, y si me apuras hasta para Gayà, André Gomes y Jaume: no digo que no queráis correr aunque a veces lo parece, no digo que os importe un pimiento perder o ganar, o que no sufráis como el que más, sí digo que representáis al Valencia y que como ya sabéis, es una cosa muy seria. Es el momento de olvidar lo individual para pensar solo en lo colectivo; ahora da lo mismo quién marca el gol. Me da vergüenza pedir otra vez a los aficionados que hagan otro esfuerzo para ayudar al equipo, pero tengo claro que a poco que vosotros deis un paso firme, ellos responderán... como siempre. Sois su última esperanza. No les falléis.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.