El repaso que le ha dado Valverde a Gary Neville es curioso y muy cantón, quiero decir, que hace mucho ruido, y además en un momento bastante inoportuno por aquello de que hay que empezar a pensar ya en quién será el entrenador la temporada que viene. Aunque pensándolo bien, a lo mejor la derrota es muy oportuna... En cualquier caso, espero que al menos al entrenador del Valencia aprenda y sepa reaccionar para la eliminatoria de Europa League. Y espero también que el señor Peter Lim le deje hacer las cosas al director deportivo que ha fichado y se olvide de caprichos y amistades. Gary Neville es el gran responsable de la derrota, pero no podemos pasar por alto a los futbolistas.

Literalmente, no mordieron, ni tampoco pusieron la actitud necesaria. Sin ir más lejos, Diego Alves dijo que «ha faltado una chispita más de cada uno», que es una manera cuqui, pija y dulce de decir que ha faltado tensión competitiva. Y decir que ha faltado tensión competitiva es una manera eufemística de decir que no han puesto melones. El segundo gol es un buen ejemplo más allá de la tontería que intentó hacer Parejo en la acción en la que perdió el balón. Supongo que si ve la imagen repetida, ni el propio Dani será capaz de explicar qué quería hacer. De todo, lo que más me preocupa es que Neville crea realmente que hasta el gol del Athletic su equipo estaba haciendo el mejor partido desde que él lo entrena, entiendo que lo diga como parte de una estrategia encaminada a levantar el ánimo del vestuario porque imagino que, como todos, habrá detectado que sus futbolistas se vinieron abajo tras el 0-1 y quiere evitarlo a toda costa, pero si lo dice porque lo cree tenemos un problema y gordo. En fútbol no se puede decir que has jugado bien si tu rival ha hecho tres ocasiones de gol „Muniain, Merino y Etxeita„ en 70 minutos; defender bien es jugar bien a fútbol... Obviamente, hasta el gol del Athletic el Valencia estaba jugando mucho mejor que otras veces, pero porque peor ya no se podía jugar.

PD: Gary, en lo del árbitro tienes toda la razón.

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