Lo peor de la derrota ante el Atlético es la constatación futbolística de lo que dice la clasificación, es decir, una cosa es ver que estás a treinta puntos de ellos -¡treinta!-, y otro comprobar en tu propio estadio y ante tus narices que ellos son el equipo grande y nosotros el pequeño. Así de clarito hay que decirlo. Otra cosa es a quien hay que pedirle explicaciones, lo que pasa es que empiezo a estar hasta las narices de decirlo cada semana; a Nuno, a Mendes y a Peter Lim. A los dos primeros les doy las gracias por estropearlo todo, y al dueño le pido que se deje ya de caprichitos, que los equipos de fútbol los construyen profesionales del fútbol y no de la compra venta de futbolistas. Volviendo al partido, el equipo pequeño es el que necesita estar muy bien y que el rival no esté tan bien para tener opciones de puntuar. El pequeño necesita dosis de suerte y que todo le salga bien, y ayer no fue ese día. No lo fue porque ellos estuvieron muy bien, y si es así no te da opción, y segundo porque las lesiones de Enzo y Cheryshev te penalizan demasiado y te impiden refrescar el equipo con la intención de meterle mano al Atlético. Añade ello los errores defensivos de cada partido, y la conclusión es la derrota. No hay más. En otras palabras, cuando al Valencia las cosas le fueron bien, empató el partido en la primera parte -con otro error incluido en el 0-1-, pero ojo, lo empató, no lo ganó. En la segunda, cuando ´los elementos´ se pusieron en contra, perdió 0-2, con más errores en defensa. Me estoy cansando de decir cada semana quiénes son los culpables de la situación actual, pero no me cansaré de decir una cosa, el problema del Valencia es que encaja goles con demasiada facilidad. Es muy difícil ganar partidos si el rival te hace goles sin despeinarse. Y repito, lo que más me preocupa es que el entrenador, Neville, se llena la boca hablando de que sus jugadores quieren, no pierden la fe, juegan bien y no sé qué no sé cuántos, pero no pone el acento en que en defensa el Valencia es un desastre absoluto. Repito; defender bien es jugar bien. PD: Me quito el sombrero con Paco Alcácer. ¡Grande!

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