Y llegó el momento que muchos esperaban ansiosos: la constatación de que la primera temporada de Peter Lim en solitario es un fracaso y de los gordos. Sin paliativos. Pero lo más entretenido, por decirlo de alguna manera, va a ser ver los diferentes análisis que se hagan desde ya mismo hasta el verano, de las causas y motivos del fracaso. Habrá para todos los gustos y cada explicación tendrá las fobias y preferencias de cada uno, y en eso, yo no seré diferente. Sí intentaré al menos no dejarme llevar por lo personal para la crítica. Ya aviso que cuando alguien me cae bien, me cuesta escribir mal de él. Pero repito, no basaré mi análisis en mis preferencias personales. Eso lo pueden encontrar en otro micrófono a diario.

Vamos por partes. El Valencia ha fracasado estrepitosamente en cuantas competiciones ha participado, y por lo tanto tiene un problema deportivo que si no soluciona, si no hay cambios en la manera de trabajar, parece condenado a repetir. De ese problema deportivo deriva un problema social, lo mal que se han hecho las cosas provoca tal decepción entre los aficionados, que al deportivo, se suma un problema social que enlaza con aquello tan manido de la identificación entre el valencianista de la calle y los protagonistas del club. En el fútbol los malos resultados lo son todo, por lo que me aventuro a afirmar con la injusticia que implica toda generalización, que tanta derrota ha provocado que en estos momentos el aficionado no se identifique ni con los jugadores, ni con el entrenador, ni con la presidenta, ni con el propietario. Al menos así lo veo yo. Insisto en que si la pelota entra nadie se plantea si se siente identificado con un tipo de Singapur porque su equipo vuelve a ganar partidos, por ello el tipo de Singapur en cuestión donde debe ponerse las pilas es en lo deportivo. Si lo arregla tendrá mucho avanzado.

Tantos años viendo fútbol, escribiendo sobre él y hablando con gente del fútbol, me permiten afirmar que el Valencia tiene un problema deportivo, dicho esto, no estoy lo suficientemente capacitado para hacer una análisis de la situación económica del club, aunque la lógica me lleva a pensar que en lo financiero, el Valencia está bien gracias al tipo de Singapur, ampliación de capital incluida. Ademas, hay algo muy simple de entender; si Peter Lim si llegó a un acuerdo con un banco es porque de una manera u otra, el banco se ha garantizado que va a cobrar, y ese era el principal problema económico del Valencia en el pasado, que debía un dinero que no podía pagar. No hace falta ser economista para entender esto.

¿Qué tenemos?

Tenemos por lo tanto un club con un problema deportivo y social, pero estabilizado en lo económico hasta que alguien que no hable por su propio interés diga lo contrario. Pues analicemos las causas del problema deportivo. Y aquí lo siento mucho pero seré pesado y repetitivo: con Rodrigo Caio empezó todo. Peter Lim les dio poder y dinero a Nuno y Jorge Mendes y ambos hicieron una plantilla que no vale para competir en Champions, y tampoco para compaginar competir en la Liga y en la Champions. Y a las pruebas me remito. Peter Lim se doctora cuando cree que un entrenador novato puede solucionar el desastre de Nuno y Mendes y opta por Gary Neville. ¿Cuál es la sustancia de todo esto? Peter Lim fracasa cuando toma decisiones que no se basan en lo profesional y sí en lo personal. Prescinde de Rufete y Ayala cuando no tenía motivos objetivos para ello, se fía de su amigo Mendes y después de su amigo Neville. Cuando Nuno le dice a Lim que no quiere trabajar con Rufete y que Rufete, Ayala y Joan Salvans deben abandonar el Valencia y él acepta y los tira a la calle, provoca además la salida de Amadeo Salvo, y esto puede entroncar con el asunto de la identificación, pero repito que no hay mejor manera de que la gente se identifique con los protagonistas de un club que ganar partidos. Si el Valencia gana partidos, hasta David Bisbal puedo valer para eso de 'la identificación'. El pasado verano Lim cambia a los que toman las decisiones deportivas y la conclusión es el fracaso deportivo. Y hasta aquí mi lectura. Sin más.

Un poco de mala leche

Pero no todo va a se tan descriptivo y aséptico, he de admitir que me apetece un poco de sangre porque habrá quien atribuya el fracaso deportivo al proceso de venta, y de eso también tengo mi opinión. Y como yo lo veo, si nos vamos al proceso de venta en sí mismo para buscar las causas de que Nuno y Neville sean unos primaveras y Lim un desahogado, no somos del todo justos. O mejor dicho, no es justo ir hasta el proceso de venta sin llegar a preguntarse de nuevo por qué el Valencia tuvo que ser vendido en subasta pública. Algunos no llegarán a esa pregunta y lo fiarán todo al proceso de venta sin más porque eso supone no tener que preguntarse porqué Llorente no supo solucionar el problema de la Fundación, o por qué los políticos idearon una ampliación de capital que terminó siendo un engaño para los aficionados y que suponía que se gastaba dinero público en un club de fútbol para después elegir a dedo a los dirigentes de ese club que, lógicamente, llegaba con la prioridad de devolver al banco lo que se le debía. Y no podemos hablar de porqué el Valencia tuvo que venderse sin nombrar a Vicente Soriano que le ´regaló´ el club a Dalport porque sus ansias de mandar le jugaron una mala pasada y de las gordas. Es más, me parecería injusto que pasáramos por alto a los grandes accionistas que le vendieron las acciones a Juan Soler porque él fue el culpable del problema económico del club.

Lo más curioso es que alguno de esos grandes accionistas que le vendieron sus títulos a Soler ahora claman por aceras y micrófonos ofendidos en su más íntimo sentimiento. Pues miren, yo solo soy un periodista, y con esto quiero decir que no tengo un duro, no soy rico, pero soy feliz. Y desde mi felicidad puedo asegurar que aunque pude ganarme un buen dinero para ir de viaje con mi mujer y mis hijas, no vendí mis acciones del Valencia a nadie. Con todo esto quiero decir una cosa, si alguien tiene derecho a quejarse es la afición, los demás, todos calladitos. Y me incluyo como periodista. Esto me lo hizo ver hace unas semanas Piedad, más conocida en las redes sociales como @REKENAMUNT6, cuando le pregunté quiénes consideraba ella que son los responsables de la situación del Valencia y me dijo «yo solo sé una cosa, y es que la culpa no es mía?». Y aunque parece una respuesta simple, encierra una gran verdad. PD: Ojito con lo que decís, que sé qué decían vuestros mensajes de washap, sé que no os respondían y conozco vuestra reacción.

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