Hola Fabián, soy Carlos de SUPERDEPORTE, ya ves cómo está el Valencia de fastidiado y estamos pensando en alguna voz autorizada que mande un mensaje de ánimo a los aficionados y que eso sirva de apoyo al equipo pensando en el partido del domingo. No se trata de un análisis deportivo de la situación ni tampoco tenemos la intención de crear polémicas con tu salida del club ni nada por el estilo...». Este es el mensaje que le envié a Ayala el domingo por la tarde, casi de noche. Contesto el lunes poco después de medio día: «Me parece perfecto, estoy en Argentina, llámame dentro de tres horas a este teléfono». Evidentemente Ayala no se vestirá de corto el domingo para jugar ante el Sevilla „ya quisiéramos nosotros„ pero que al poco de ver el mensaje responda para poner su pequeñísimo granito de arena provoca una especie de alivio en mi atormentada mente al tiempo que me hace reflexionar.. ¡qué condenadamente grande es el Valencia que cuando se trata de ayudarle todos nos ponemos el mono de trabajo y arrimamos el hombre! Si las palabras del Ratón Ayala contribuyen aunque solo sea un poco a que los jugadores estén tranquilos y la afición cree el ambiente que necesita el equipo el domingo, pensaré que ha valido la pena ser periodista... Ya ven que no pido mucho y que todo esto es una especie de ´parany o cepet´ que dirían en mi pueblo, enfocado a conseguir que Mestalla el domingo empuje a su equipo hacia la victoria. Y puede que hasta esto que están leyendo forme parte del ´cepet´, pero es tan importante la victoria, que me cuesta escribir de otra cosa... Lo siento.

Ayestaran reparte culpas y no dice ninguna mentira

De la entrevista que concedió Pako Ayestaran a este periódico me quedo con esto: «Los jugadores están diciendo, y no solo sus propios errores, sino los nuestros, de los técnicos, o los errores que ha podido cometer el club a la hora de planificar». Esto se traduce en lo siguiente: los jugadores son culpables porque son los que juegan, pero si el equipo está a estas alturas cerca del descenso es por una cadena de errores a cada cual más gordo y que algunos lo bautizamos como ´Rodrigo Caio contigo empezó todo´. Puede parecer un raje importante por parte del entrenador pero lo cierto es que además de ser verdad, sirve para liberar de presión a los futbolistas porque reparte culpas.

Lea más opiniones de Carlos Bosch, aquí