Va siendo hora de decir algunas cosas sobre la cantera del Valencia y en qué está quedando desde que Alexanko asumió su dirección. No estoy todos los días en la ciudad deportiva ni veo todos los fines de semana jugar al Mestalla y a los juveniles, pero me alcanza para tener opinión propia sobre algunas cosas. En esta vida hay que ser valiente pero alguno opta por la comodidad.

Por ejemplo; si a Gary Neville le gusta Fran Villaba el director de la Academia se pone nervioso y lo quiere renovar a toda cosa, pero si el entrenador que sustituye a Gary Neville no tiene tiempo de mirar a los niños, se lo toma con calma porque ya no es prioritario renovar a Fran Villalba. Y escribo de Fran Villalba como podría escribir de Lato, Sivera o Carlos Soler, porque a los cuatro les pasa lo mismo. Si acaso, lo de Villalba es más llamativo porque esta temporada ha coqueteado mucho con el primer equipo. Seré claro; Alexanko se preocupa de Villalba si al entrenador del primer equipo y amigo de Peter Lim le gusta Fran Villalba. Si no hay peligro de que le coja el toro, a otra cosa mariposa, cuando lo importante no es si a él le va a coger el toro, lo importante es si el club está rodeando a los canteranos del ecosistema adecuado. De esto se pueden sacar muchas conclusiones, pero la que yo saco es esta; si las apuestas por los chavales de la cantera se basan únicamente en el criterio y gusto del entrenador del primer equipo, mal vamos, porque ellos tienen demasiada presión para decidir.

Tiene que haber alguien que decida y opine, no por encima del entrenador del primer equipo, pero sí que hable en nombre del bien común del club. Otro ejemplo es el caso del entrenador del Mestalla. Si te gusta Curro Torres, lo renuevas, si no te gusta, no lo renuevas, pero el técnico del filial tiene que estar reforzado públicamente y respaldado contractualmente, si no es así, es complicado que apueste por los chavales jóvenes en Segunda B. Si el entrenador del filial tiene la presión de los resultados semanales y se juega su contrato y en defintiva su carrera y el pan de sus hijos, es más fácil que juegue yo que en dos meses cumplo 42, que Sivera o Fran Villalba... Y no, no he nombrado a García Pitarch porque como podemos entender todos, tiene encima un marrón importante como para tener que preocuparse también del fútbol base. Las apuestas sobre los canteranos las debe diseñar el director de la Academia.

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