El legado de Luis Aragonés no es una selección que jugaba muy bien al fútbol, que Andrés Montes bautizó como el 'tiki-taka', y que enamoró al mundo en aquella Eurocopa de Austria de 2008. El verdadero legado de Luis Aragonés fue que a la selección iban los que decidía el seleccionador. Y sobre todo, que no se plegaba ante las presiones de la prensa nacionalmadridista.

Vergonzoso fue el acoso y derribo al que sometieron al Sabio de Hortaleza porque no convocaba a Raúl y vergonzosa fue la presión que hicieron TODOS para que lo llevara. Aún hay todavía quien se atreve a meter al ex madridista en el grupo de futbolistas que son el germen de un selección que se convirtió en ganadora. Luis no se plegó, hizo lo que le dictaba su conciencia, se dejó fuera a Raúl y aguantó todo lo que le vino encima por apostar, por ejemplo, por Carlos Marchena. Cuentan, que incluso en el avión les dijo a un grupo de sabiondos periodistas "no tenéis no idea de fútbol, ese -señalando a Marchena- va a ser uno de los mejores centrales de la Eurocopa". Y lo fue.

Ahora, no dudo de que Vicente del Bosque se lleva a los que considera mejores para la aventura en Francia porque no estoy en su cabeza, pero no deja de ser injusto que el máximo goleador de la fase de clasificación se quede fuera de la primera lista, y sobre todo, no puedo evitar pensar que hemos vuelto a las andadas, a cuando la selección no molaba ni importaba porque todos sabíamos que era un coto privado de los medios de comunicación 'nacionalmadridistas'. Paco Alcácer no mola en Madrid, Morata sí mola. Y Lucas Vázquez. Eso, y que Del Bosque prefiere ser políticamente correcto. Enhorabuena Vicente, te aplaudirán todos.

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