No pocas veces de una cuestión aparentemente anecdótica o sin importancia se pueden sacar conclusiones profundas que sirven para describir la realidad, y creo que estamos ante uno de esos casos. Resulta que el Valencia, o lo que queda del primer equipo, jugó una pachanga amistosa contra el filial y perdió 4-1. ¿Es anecdótico? En principio sí porque el partido no sirve para preparar nada ya que no hay nada que preparar porque los dos equipos están de vacaciones. ¿Se pueden sacar conclusiones certeras? Absolutamente sí, y me explico. Por circustancias que no vienen al caso ha tenido la suerte de pasar unos días de vacaciones con futbolistas profesionales. Fue hace años a bordo de un barco enorme por el mar Mediterráneo. Por las tardes jugábamos partidos de fútbol que eran pura pachanga y servían para pasar el rato, pero si uno se fija saca conclusiones. Me di cuenta rápido de que con el balón de por medio, aunque fuera una tontería de partido, los ex jugadores del Valencia me perdieron el respeto. Nos conocíamos de hace tiempo y como periodista y como persona había respeto entre ambos, pero cuando rodó el balón, pasé a ser un periodista que no tiene ni idea de fútbol, y ellos, todos internacionales, estaban dispuestos a demostrármelo. Nada de bromas. Si le robabas la pelota una vez, a la siguiente en cuanto te arrimabas te metían el codo para mostrarte que te estabas jugando la piel. Recuerdo que en una de tantas le marqué un gol a Sempere. Pues bien, solo unas jugadas después tuve la oportunidad de volver a marcarle un gol a Sempere, pero fue diferente porque de la portería salió un dragón que se tiró a mis pies como si le fuera la vida en esa jugada cuando no era más que una pachanga en un barco en mitad del Mediterráneo. ¿Por qué se tiró Sempere como un loco a por el balón si nada había en juego? Porque su condición de portero y deportista de élite no le permitía que un periodista chillón y gordinflón le marcara otro gol. Trato de explicar que en situaciones así te das cuenta de que los deportistas de élite tienen nivel competitivo que los hace diferentes y que se puede resumir en que no les gusta perder ni a las canicas. Ahora es cuando les recuerdo que el Valencia B le ha ganado al primer equipo 4-1, es decir, ni siquiera cuando iban perdiendo 2-1 y 3-1 ante los niños fueron capaces de sacar un poco de garra. Qué les voy a contar que no sepan...

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