Salir, beber, el rollo de siempre

Conforme cumplo años soy más radical en algunas cosas, y una de ellas es lo de los jugadores de fútbol y el asunto de si salen de fiesta. Esta es mi opinión y con ella no quiero convencer a nadie; no concibo que los futbolistas salgan por la noche a no ser que estén de vacaciones. Son deportistas de élite y profesionales y por lo tanto tienen que cuidarse. Si quieren salir de fiesta por la noche en vez de estar descansando, que cambien de profesión. Lo admito, sé que soy un radical en este sentido y que hasta entrenadores profesionales, que saben mucho más de fútbol que yo, aconsejan en determinadas ocasiones que es bueno para los futbolistas salir y despejarse porque por muy deportistas de élite que sean, también son jóvenes, pero insisto, es mi opinión y poco más. La digo ahora por estas palabras de Álvaro Negredo a un aficionado que en las redes sociales le acusaba de salir por las noches: «Bebo ron. Y las veces que salí aquí de fiesta fueron cero». A ver, Negredo no es más golfo hoy que ayer, ni esta temporada que la pasada. Es más, no sé si es golfo. Lo que quiero decir es que los jugadores de fútbol, de toda la vida, salen. No digo que todos, pero en general salir, salen. De hecho, algunos de los ex futbolistas que ahora elevamos a la categoría de mitos con todo merecimiento por otra parte, también salían cuando jugaba en el Valencia. Para entender esto no hay más que acudir a la gran ley del fútbol que no es otra que la de los resultados, esa que Layhoon todavía no ha entendido. Los jugadores del Valencia no son golfos, si acaso son malos, o podrían ser mejores.Dicho de otra manera, el problema de Negredo no es si bebe o si sale, el problema es que no ha rendido como se esperaba. No hay más. Si el Valencia pierde con el Real Meseta en Mestalla y te encuentras a un futbolista en la discoteca piensas que es un golfo y un desahogado, en cambio, esa misma noche si el Valencia le gana al Real Meseta ves al jugador que ha hecho el gol de la victoria en esa misma discoteca, y le pagas un cubata. Yo el primero.