Lo mismo Portugal termina siendo campeona de la Eurocopa, o finalista, y me tengo que comer todo lo que van a leer a continuación, pero me gusta el riesgo y además ya estoy acostumbrado a que me recuerden lo que escribí hace no sé cuánto sobre no sé qué o no sé quién. No es que sufra linchamientos en las redes sociales porque la realidad es que no me quejo y sería una hipocresía ir de mártir por la vida puesto que en esencia soy un tipo que vive encantado y feliz como una lombriz, pero vamos, que lo de arriesgar a veces va con el oficio de ´arrejunta letras´ y lo asumo. Pues eso, que me va el riesgo y me tiro a la piscina como Negredo, en bomba y chillando para que lo escuchen los vecinos; ¡BOOOOOMBA!

Me pasa que el otro día vi jugar a Portugal ante Islandia y me quedé con un concepto. O mejor dicho, me quedé con una idea del concepto de selección que es Portugal; un escaparate. Por un lado Cristiano Ronaldo que jugaba para sí mismo. Señores de los medios de comunicación nacionalmadridistas, un futbolista que no juega en equipo, no puede ser el mejor del mundo, dejen de hacer el ridículo que para eso ya estamos los periodistas de provincias. Esto es un deporte colectivo y el mejor del mundo tiene que serlo porque además de sus cualidades innatas -que Ronaldo las tiene y muchas-, hace que su equipo gane partidos y títulos. Y Cristiano con Portugal cada vez que recibía esperaba a que le llegara un rival para hacerle una medio bicicleta, un no sé qué con los pies, y después dársela a un compañero con el exterior en plan bonito mientras miraba hacia el otro lado al estilo Laudrup, pero con la sustancial diferencia de que los pases del danés eran de gol y no en el centro del campo, es decir, los pases del danés servían para que un compañero tuviera una ocasión de gol y para que el equipo pudiera adelantarse en el marcador. Los pases de Cristiano mirando para el otro lado sirven para que el bobo de turno de la UEFA te meta en el equipo de la primera jornada de la Eurocopa, pero con ellos Portugal no lograba superar ni una línea defensiva. Ni siquiera superaba a un rival. El balón seguía en el mismo sitio del terreno de juego, es decir, en zona de nadie.

Y mientras Cristiano juega para sí mismo, para la galería y para el bobo de la UEFA que lo puso en el once ideal de la primera jornada de la Eurocopa pero que no puso a Iniesta, por allí van jugadores varios que uno no sabe muy bien qué hacen exactamente. Cuentan que Nani juega de delantero porque así lo quiere Cristiano. Ojo, esto no es la primera vez que pasa en un equipo de fútbol, las cosas como son. Lo hacía Maradona y lo hace Messi. Si haces eso y ganas no pasa nada, si haces eso y juegas para el equipo no pasa nada, si haces eso y asumes la responsabilidad en los peores momentos no pasa nada, pero si haces eso y juegas para ti y para salvarte de las críticas la conclusión es que te importa un pimiento el equipo. Quiero decir que en la Argentina de Maradona mandaba el Diego, pero aquello era un equipo en el que se jugaba para él. Oye, y ganaron un Mundial y les robaron otro en la final de Italia€ ¡Pues perfecto porque en esto del fútbol mandan los resultados!

En cualquier caso, uno ve jugar a Portugal y adivina que ahí hay buenos futbolistas. Lo es Cristiano más allá de su querencia a ejercer de vedette -de hecho, Cristiano es un súper clase-, lo es Nani aunque no haya roto a crack, lo son sin duda André Gomes y Moutinho. Y tiene pinta de que vayan a serlo Renato Sanches por el que el Bayern de Munich ha pagado una buena pasta al Benfica -¿eso de qué me suena?- y Joao Mario. Repito, uno ve jugar a Portugal y ve buenos futbolistas pero lo que no ve es un equipo de fútbol. Uno ve un equipo de fútbol en Italia, en España o en Alemania. Jugarán bien o mal, pero aquello es una orquesta en la que los músicos tratan de interpretar bien una canción. Si hasta ves un equipo de fútbol en Islandia o Polonia, pero claro, tienen peores músicos. Ves un equipo de fútbol cuando todos se comportan sobre el terreno de juego como una misma cosa, cuando las voluntades colectivas se enfocan al bien común.

Preguntar y ofender

En todo lo anterior no he descubierto la pólvora. Quiero decir que son reflexiones que cualquiera puede hacer, pero ahora es cuando me pongo malvado y me pregunto que, ya que Jorge Mendes es el hombre más poderoso que hay en el fútbol estos días, ¿tendrá alguna influencia en la selección? No digo que él quite y ponga seleccionadores en Portugal porque no lo sé, aunque en el Valencia, por ejemplo, sí ha puesto un entrenador, lo que ocurre es que no me resisto a hacer cierto paralelismo. Sí amigos, lo han adivinado, la selección de Portugal, desde ese punto de vista de ´escaparate´, es como el Valencia que Mendes y Nuno construyeron, es decir, una colección de jugadores, algunos buenos, otros no, y los de más allá jóvenes y prometedores.

Y como la selección de Portugal, el Valencia que construyeron Nuno y Mendes no fue un equipo. Los equipos aprietan los dientes en los momentos malos y tratan de superar cada piedra que se planta en su camino, los escaparates o las colecciones de futbolistas, miran para otro lado cuando las cosas van mal y encuentran excusas y culpables que no son ellos con cada nueva situación o con cada nuevo problema, y en una temporada salen infinidad de problemas. Los equipos están formados por jugadores que se sienten parte del colectivo, del proyecto o del club, que creen que no están de paso y que muerden cuando se ataca a uno de sus miembros, los álbumes de cromos no son más que un montón de individualidades a las que juntan para jugar a fútbol y que si la cosa va bien molan, pero si va mal ninguno tira del carro y se comportan como niños. ¿Alguien ha visto a los jugadores del Atlético de Madrid comportarse como niños? ¿Alguien vio a Ayala, Cañizares, Albelda, Baraja, Vicente, Rufete o Carboni comportarse como niños? La siguiente pregunta me la ahorro porque todos diremos «¡SÍ!». Pues ese es el gran reto que tienen Pako Ayestaran y Jesús García Pitarch. En su defensa queda que el señor Peter Lim no les da mucho margen de maniobra pero eso no sirve de excusa porque uno es el entrenador del Valencia y el otro su director deportivo, y eso significa que están obligados a estar a la altura. Si te presentas en público como la solución, soluciona el problema y no pongas excusas. No digo que las pongan, digo que son ellos los que lo tienen que hacer un buen equipo sea como sea y por más que Lim no quiera tirar de chequera, que de todo, sinceramente es lo que más me preocupa. Y ya resulta curioso que sea eso precisamente lo que la tropa del ´barco de colegas de Lim´ más aplaude al propietario. Ver para creer€ ¡Viva Singapur!

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