No es la primera vez que lo escribo pero hoy toca hacerlo de nuevo y recalcarlo y gritarlo a los cuatro vientos para que se entere el mundo y quien se tenga que enterar. Vamos al tema: con el tiempo a uno se le va pasando el enfado y la decepción por la venta de André Gomes, y sobre todo se le pasa la preocupación de cómo será el futuro sin el portugués. Quiero decir que André Gomes, futbolista que sin duda tiene cualidades para romperla en cualquier equipo, no ha sido tan determinante estas dos temporadas en el Valencia. No digo esto por defender al señor Peter Lim „tengo cero intención en hacerlo, sinceramente„, lo digo porque ha habido jugadores que se han vendido y sí eran determinantes como Mendieta, Villa o el Piojo, pero su salida no resultó traumática porque se acertó con los recambios, es decir, la clave es acertar en el recambio más allá de la venta en sí misma. Pero a donde quiero llegar es que por mucho que me fíe del criterio de García Pitarch, y lo digo porque lo pienso y si me equivoco el tiempo lo dirá, hay una circunstancia que está por encima de lo válidos que sean los jugadores elegidos para sustituir a los que se van, y es que para hacer un equipo de fútbol competitivo lo primero que tenemos que tener son jugadores comprometidos, futbolistas que quieran estar en el equipo y sientan que son parte del proyecto, que crean en el Valencia y en las gentes que lo dirigen. Es el primer punto de partida por encima de la calidad. Esto lo sé yo y lo sabe todo el mundo que entienda mínimamente de fútbol, y por lo tanto lo saben Ayestaran y García Pitarch.

Entonces, ¿dónde está la sustancia? Pues muy fácil, aquel jugador que no quiera estar en el Valencia, PUERTA. Que se marche. Así de claro, y el club a sacarle todo el dinero que se pueda, sin ponerle facilidades. En mi equipo no quiero a nadie que no quiera estar. Y a los que toman las decisiones en el Valencia, Ayestaran, García Pitarch y Layhoon, decirles que no les tiemble el pulso. Así que Dani Parejo y Javi Fuego ya pueden pronunciarse públicamente, y si quieren seguir, que salgan en púbico y lo digan y que me dejen en ridículo si quieren, que uno más ya no me importa. La gente ha sufrido demasiado como para tener que ver ante sus narices que jugadores que deberían ser los que tiren del carro tienen dudas y piensan en marcharse.

PD: No se engañen, André se ha ido porque ha querido.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.