Todo aquel que se acerque al Valencia con ánimo de mejorar algo debe ser bien recibido, pero eso es una cosa y otra obviar las leyes actuales o algo peor, obviar la realidad. El Valencia es una sociedad anónima y se rige por el derecho mercantil, y eso significa que para mandar en el Valencia hay que comprarlo. Lo demás son ganas de marear al personal, y lo digo por Miguel Zorío y su plan de comprarle el Valencia a Peter Lim vendiendo patrimonio del propio Valencia. ¡Idea brillante oiga! Ponga usted dinero y mandará, o mejor dicho, ponga usted dinero y no habrá dudas de quién manda. Porque como yo lo veo, esa es la clave, quién decide quién manda. Ejemplos: ¿Quién decide qué partido de fútbol o de baloncesto es de interés general? ¿Quién decide si para los catalanes es bueno independizarse? ¿Quién decide cómo ha de ser el buen valencianista?

Para bien y para mal, esa sustancial pregunta la resuelve el derecho mercantil a la manera capitalista y lo digo como descripción y no como crítica: decide y manda el que los pone. Pues eso Zorío, hay que ponerlos. Explicado lo anterior, y teniendo en cuenta que la intención final de la Marea es que decidan los accionistas porque se supone que quieren comprarle el Valencia a Lim para devolverlo a los aficionados, me veo obligado a explicar una cosita para que se entiendan mejor algunos discursos de los últimos días: si hay 'elecciones a la presidencia del Valencia' el chantaje volverá a tener efecto porque decir que mi primo es el mejor puede equivaler a hacerlo presidente, depende de lo grande que sea tu altavoz y de hasta dónde le permitan llegar a cada uno los escrúpulos y la decencia. Después ya se sabe, no hay más que decir "hola presidente, ¿qué hay de lo mío".

Que no se interprete esto como una forma casi absolutista de ver el mundo, me encantaría que hubiera elecciones libres y que el Valencia no tuviera dueño pero ahora mismo es tan utópico e irreal, que prefiero mear contra el viento. Remato la faena con una última reflexión: que el Valencia sea una sociedad anónima no significa que sus accionistas, socios y abonados tengan que tragar con todo lo que diga, haga o proponga su propietario, como he dicho otras veces, el valencianismo tiene sus foros, y son la Junta de Accionistas y sobre todo Mestalla. No olvidemos que Mestalla siempre tiene la última palabra. Zorío, déjate de castillos en el aire y gánate a Mestalla.

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