He leído a Vicente Molins y no he necesitado mucho tiempo para llegar a la conclusión de que tiene más razón que un santo. No está de acuerdo con "quienes dicen que ahora no toca centrarse en Lim, que hay cosas más urgentes (la salvación). Si no toca ahora, ¿cuándo? Las protestas emocionales no pueden aplazarse. Tocan las dos cosas. La energía en contra de un propietario puede ser un perfecto aliado para proteger a un equipo". Es complicado resumirlo mejor pero como hay más página por delante me veo obligado a dejar algunas reflexiones en torno a la de Molins, que tomo como reflexión madre.

Y sí, no veo dónde está el problema de animar al equipo ahora que es cuando menos lo merece porque es cuando más lo necesita, y protestar ante lo irresponsable de Lim al poner al frente del club a gestores incapaces. De hecho, a poco que lo pienso, querer mezclar las dos cosas es tratar de simples a los valencianistas. ¿Alguien cree que el aficionado no es capaz de diferenciar entre el equipo y lo necesitado que está, y los gestores -asesores incluidos- que dirigen el club? Es más, es la típica teoría que adoptaría un medio de comunicación nacionalmadridista. Al tiempo. De hecho, la cosa está tan jodida que no hacemos falta los periodistas para decirle al aficionado que hay que animar al Valencia para que no baje a segunda división.

Querer meter en el mismo saco el apoyo al equipo con el silencio contra Layhoon y Lim es un discurso interesado de asesores que solo temen que posibles revoluciones se los lleven por delante. Su objetivo es claro, parar la protesta emocional. ¿Por qué? Porque saben de su fuerza. Repasemos de nuevo la frase de Molins: "las protestas emocionales no pueden aplazarse", y no pueden aplazarse porque son espontáneas, puras y verdaderas, y en esa verdad reside su poder. Su pureza las convierte en tan poderosas como el río que encuentra su cauce natural por encima de inventos humanos.

Esa es la clave, temen a la opinión de los aficionados y meten de por medio el cariño al equipo y al escudo para frenar su poder. Esa frase... no me la quito de la cabeza, «las protestas emocionales no pueden aplazarse". Y nada es más emocional que el sentimiento valencianista hoy en día... La naturaleza es sabia, el río busca su cauce. Será otra victoria de la calle. PD: Esto es mi opinión. No hablo por nadie más. ¿Te queda claro Vidagany? Murthy, tradúcele esto a Layhoon, por fa.