Prueba del poco crédito que tiene Meriton entre los aficionados es que no veo al personal ni mínimamente nervioso por saber quién va a ser el próximo director deportivo. Ese que se supone va a reconstruir el Valencia desde sus cenizas para convertirlo en un equipo competitivo y sobre todo reconocible. No hablo ya de ´equipo de Champions´ ni cosas por el estilo, me conformo con competir y dar la cara. Y si la gente no está pendiente de ello es porque asume que Peter Lim va a seguir haciendo lo que le dé la gana. No en vano, el amigo Anil Murthy, -ese que cacareaba como loco a quien le quisiera escuchar que el plan era hacer una supermegaestructura deportiva más molona que la de Monchi en el Sevilla-, ya se ha dado cuenta de que él no pinta nada. Se ha dado cuenta él y los que quedaban con él a golpe de wasap. Y todo porque asumimos que Lim pondrá a un director deportivo pero si le da la gana se montará en un avión y como hizo el verano pasado, venderá a un jugador, fichará a su recambio y no tendrá la necesidad de tener que darle ninguna explicación previa o posterior al director deportivo de turno.

Pues bien, esto me lleva a interpretar que Peter Lim le tiene más cariño a su modelo -entiéndase modelo como manera de hacer las cosas- que al Valencia. Así de claro. Su modelo es el de apostar, y en eso es fiel a sí mismo, es un tipo que se ha hecho millonario ejerciendo de ´broker´, es decir, apostando, arriesgando y acertando, pero no quiere darse cuenta de que eso, necesariamente, no tiene porqué servir para el fútbol, porque puedes apostar y ganar dinero con un jugador en plan ´broker´ como es el caso de André Gomes, pero fracasar futbolísticamente. El fútbol es otra cosa, es otro tipo de modelo más global. Lim prefiere seguir apostando por su manera de hacer, que admitir que tal vez se haya equivocado. Ahora va de víctima pero como millonario que es, a su lado solo quiere gente que le dé palmas y ejecute sus caprichos hasta tal punto que todos cuanto le han dicho que tiene que cambiar de modelo, no están en el Valencia -Salvo, Rufete, Nuno, Phil y Gary Neville, Prandelli y Suso García Pitarch-. Su gran debilidad es la que pensábamos era su punto fuerte, y es que millonario, y como tal, solo quiere palmeros. En cambio, la afición conoce la historia, conoce la manera de llegar al éxito o al fracaso, y lo que quiere es un club reconocible y con el que se pueda identificar.

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