Pues ya hablado Salvo y de momento la tierra sigue dando vueltas alrededor del sol. De la entrevista publicada en este periódico ayer viernes poco tengo que decir. Que tiene derecho a contar su verdad, que puede elegir el momento, que antes de hablar en público intentó sentarse con Lim y tenderle la mano para ayudarle, que hay gente dentro del club que distorsiona la realidad de lo que pasa en Valencia y Lim no se entera y que cuando se ha enterado le da lo mismo, que si Lim tiene derecho a defender a su gente Amadeo y todo el mundo tiene derecho a defender a la suya, que el problema actual del Valencia es de gestión y eso es cosa de Layhoon y Lim, y, esto lo digo yo, que si todos los ´ex´ del Valencia hablan, ¿por qué no él? Y también que es necesario que Lim invierta para que el Valencia no se convierta en un equipo más de la Liga, y que eso pueda pasar es consecuencia de su gestión, y la más importante y en la que jamás había pensado; Lim no ha comprado un coche, ha comprado un club de fútbol, y de los grandes de España y Europa, un club que marca el quehacer diario de muchos valencianistas, los que le apoyaron, los que le apoyan, los que le apoyaron y ya no le apoyan y los que no le apoyaron jamás, por ello, si alguna vez tiene la intención de vender el Valencia, lo tiene que comunicar a los valencianistas y no que cualquier día se desayunen que se lo ha vendido al primero que pase en plan Vicene Boluda, el madridista. Es una cuestión de respeto. ¿Lo hará? ¡Ves a saber! Pero la reflexión me parece muy oportuna. Al respecto, los medios de comunicación que han pactado con Meriton a cambio de cuatro baratijas interpretan que la aparición de Salvo es para declararle la guerra a Peter Lim, y esto quiere decir que la mano de Vidagany sigue meciendo la cuna. Y también quiere decir que si alguien en el Valencia le cuenta las cosas distorsionadas al propietario, les da lo mismo. Ya lo dijo Galileo, «Eppur si muove». Pues eso, que la tierra sigue moviéndose y el Valencia sigue existiendo.

Vamos entonces con el Valencia de Layhoon y Damià Vidagany que a finales de febrero sigue sin haber nombrado de manera oficial a su nuevo director deportivo. Es tremendo. A poco que uno le dé unas vueltas al asunto, el hecho de que a día de hoy el Valencia no haya nombrado oficialmente a su director deportivo es una pista que nos está diciendo que, o es de la casa y está en la casa, o Layhoon supera su incapacidad para dirigir el Valencia a pasos agigantados. La segunda opción no la descarto porque con ella la realidad siempre supera la ficción, pero seré benevolente y tomaré la primera posibilidad como punto de partida basándome en más reflexiones. Como por ejemplo que Lim ha pasado a la inactividad, algo no necesariamente es malo, de hecho casi lo prefiero porque cada vez que ha metido la nariz ha sido para mal. Lo que ocurre que una cosa es decidir todo y mal y otra decir ahí tenéis el marrón amiga Layhoon, haz lo que puedas pero que no me cueste dinero, que es en lo que estamos ahora. Y como es la presidenta quien decide, y como está sola, acorralada y mal asesorada, arriesgará poco porque tiene pánico a volver a equivocarse. Layhoon sabe muy poco de fútbol y de gestionar clubes, pero no es boba, lo que me lleva a pensar que apostará por aquello que conoce de primera mano y funciona. No la imagino arriesgando. ¿De quién se puede fiar ahora mismo en el Valencia? Pues de Voro. Blanco y en botella. Y a partir de ahí pocos cambios. Imagino a Voro de manager, a Vicente de secretario técnico viajando por todos los campos del mundo, a Alexanko ayudando en esa tarea. Y a un par de ojeadores más de la cuerda de Vicente o Voro, cosa que me parece lógica por otra parte. Juan Sánchez por decir un nombre, no dicho a la ligera, por cierto .

¿Y qué ha hecho Voro para merecer eso? Pues mucho y muy bien. El otro día Cañizares, -con el que se puede estar de acuerdo o no, pero lo considero uno de los mejores analistas de fútbol que hay en España en estos momentos-, dijo algo muy interesante sobre la labor de Voro. Algo como que si no vas a fichar a un entrenador muy, muy, muy bueno -véase Valverde o Benítez por poner dos ejemplos que pongo yo de mi cosecha- lo mejor es traer a uno que sepa manejarse en la gestión del grupo. Creo que Cañete da en el clavo. Mi teoría siempre ha sido que prácticamente todos los entrenadores que llegan a primera división tienen los suficientes conocimientos tácticos más allá de que los haya muy dotados para esos aspectos como los mencionados Benítez, Valverde, o Guardiola y Marcelino, y que el hecho diferencial está en saber llevar el vestuario. En Valencia por eso se cayeron Djukic, Nuno y Prandelli, y por eso triunfaron Valverde y Pizzi, al menos en mi opinión. Y precisamente por eso está logrando Voro sacar al equipo del barro. Como yo lo veo, el gran logro de Voro es conseguir que Parejo y compañía corran por él. Con un discurso simple y llano, está logrando que futbolistas que hasta hace nada parecían apáticos como Munir -de cuya calidad no dudo en absoluto- corran como si les fuera la vida. Y pongo el ejemplo de Munir porque ante el Athletic ya lo vi muy metido y peleón y no olvidemos que ha intervenido en los dos goles de Zaza con la camiseta valencianista. Ya digo que con un discurso sencillo pero efectivo, Voro se alinea en ese tipo de entrenadores que son fundamentalmente anímicos.

En mi opinión claros ejemplos de ello son Simeone y Mourinho pero que conste que no trato de comparar a Voro con estos dos, es solo una reflexión a modo de metáfora para tratar de explicar el porqué de las cosas que le están pasando al equipo. El portugués tiene un discurso ruidoso. Fundamenta sus equipos en que él es el líder, y los jugadores su guardia pretoriana que lo adora y mata por él en el terreno de juego. Cuando los futbolistas no han estado en esa sintonía, ha fracasado, y tenemos los ejemplos de sus últimos meses en el Real Meseta o su segunda etapa en el Chelsea. Mou no es sofisticado en la táctica, es abrumador en el despliegue de voluntad e ímpetu de sus equipos y sobre todo, no permite traiciones al grupo. Esa es su ley; el grupo por encima de todo. Como en la mafia siciliana, la familia y la omertá lo son todo. Simeone es del mismo palo, si bien el argentino tiene un discurso más repetitivo y a veces hasta cansino. Poco ambicioso en la forma pero efectivo en el fondo. Rara vez escucharemos al Cholo criticar a sus futbolistas. Los protege siempre al más puro estilo Luis Aragonés. De hecho, en la defensa del grupo contra la prensa nacionalmadridista que reclamaba cansinamente a Raúl y cargó contra él, cimentó el Sabio de Hortaleza le mejor selección española de la historia. Recordemos qué cantaban los jugadores tras ganar aquella Eurocopa de Austria€«Luis Aragonés, Luis Aragonés€». Lo adoraban. Pues salvando las distancias, ahí está la clave de Voro. Y Parejo, es el vivificante ejemplo. Vuela...

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