Si el Valencia ficha a Mateu Alemany, como todo indica, se podría afirmar que es la primera vez que Meriton hace una cosa mínimamente coherente desde que se fueron Salvo y Rufete. Es más, fichar en sí mismo a Alemany debería servir como voto de confianza porque, hasta que se demuestre lo contrario, es un solvente ejecutivo de fútbol. Y digo más; me atrevo a decir que si cuando se fue Salvo hubieran fichado a alguien del perfil de Alemany en vez de dejarle el club a Layhoon y compañía, ahora no estaríamos peor de lo que estamos. Pero ya nadie cree en Meriton y no seré yo quien haga el panoli ahora diciendo que les creo, más que nada porque ya he confiado demasiadas veces en Layhoon y su tropa. Como aficionado y como periodista estoy obligado a pensar mal porque a poco que repasas su historial, llegas a la conclusión de que en el asunto de Mateu Alemany hay gato encerrado. No por el personaje en sí mismo, es más bien por Meriton, como se podrán imaginar. En un club en el que de verdad hubiera voluntad de que las cosas funcionen, y teniendo en cuenta que el primer contacto con Mateu Alemany fue hace dos meses, lo lógico sería fichar al director general, que el director general fichara a un director deportivo -a uno de su confianza- y que juntos, director general y director deportivo, ficharan al entrenador de la temporada que viene. Pero no, el Valencia decide que su director deportivo va a ser Alexanko y después fichará un director general. Y ahí está lo que me mosquea.

Lim no tiene problemas en que haya otra persona más preparada que Layhoon dirigiendo el día a día del Valencia, pero para el apartado deportivo ha optado por la continuidad. Quiero decir que no ha apostado fuerte y lo digo con respeto hacia Alexanko, que por muchas cosas que tenga que quitar de su currículum para no hacerlo eterno, entre ellas no estaba la de ser director deportivo. Es como si el propietario quisiera seguir teniendo la última palabra en los fichajes, pero le importara menos quien abre y cierra cada día las oficinas del club. Y repito lo que dije el otro día, venga quien venga, tiene que cuidarse bien de quienes dentro del Valencia son capaces de pactar con periodistas contra ejecutivos a cambio de información. Ese poder no les pertenece.

PD: En mi pueblo hemos despedido a Toni el Pelut, un granota de los pies a la cabeza que desde lo alto, saboreará el ascenso como el que más. Macho Levante.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.