Ya tenemos una forma fácil de calibrar el nuevo proyecto de Peter Lim más allá de que lo comande Mateu Alemany o el alcade de mi pueblo. Empezaremos retrocediendo a principios del verano pasado para ilustrar un caso que, por otra parte, ya había pasado el verano de más allá con actores diferentes. Pues eso, que era a principios de verano de 2016 y había un director deportivo en el Valencia que durante los meses anteriores había estado viendo a un futbolista desconocido que le gustaba mucho. Jugaba en un equipo pequeño de la liga italiana pero en su único año como futbolista de élite sorprendió por su buen hacer. Y entonces el director deportivo del Valencia, García Pitarch, estuvo ágil y logró la ´pole position´ de entre los varios clubes interesados en fichar al dichoso futbolista del que ya se decía que era una de las perlas del fútbol europeo.

Los equipos que andaron menos avispados llegaron tarde y ya solo podían adelantar al valencia con dinero. Pero el director deportivo del Valencia no contaba con Peter Lim y su manera de hacer las cosas, que por resumirlo de manera gráfica y sin ánimo de ser faltón, es algo como que con mi dinero ficho yo a los jugadores que me da la gana. Total, que para que García Pitarch fichara a Diawara para el Valencia no había dinero porque Lim no quiso arriesgar, si el director deportivo era capaz de vender para poder fichar, era otra cosa. Al final, como nadie en el club le echó un cable, ni Lim, ni Layhoon ni mucho menos Kim Koh porque no está ni presente ni ausente, está inmerso en el ambiente, el Nápoles puso mucho dinero sobre la mesa y se llevó a Diawara que ahora la rompe allí. Y dando un salto en el tiempo tenemos al actual secretario técnico del Valencia trabajando en busca de ´nuevos Diawara´ y según tengo entendido de buena tinta, le gusta mucho Mammana, central argentino que juega en el Lyon. El jugador es súmamente interesante, de hecho le gustaba al mismísimo Fabián Ayala para el Valencia pero que sea bueno y que los empleados del Valencia lleguen los primeros ya no es garantía de nada por obra y gracia del amigo singapurés.

Si Lim les da poder a Alexanko y Vicente, y al director general que sea, para fichar a Mammana, podremos albergar una mínima esperanza de volver a creer en Meriton. Hasta que se demuestre lo contrario, en el Valencia se hace lo que quiere Peter Lim. Lo demás, es mear contra el viento y estoy harto de mojarme.

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