Me cuenta un pajarito que estaba en el palco VIP de Mestalla que Layhoon andaba celosilla al ver que Mateu Alemany acaparaba todo el protagonismo. ¡Lo que me faltaba por saber! Además de incapaz en el más estricto y descriptivo sentido de la palabra, la presidenta es resentida. Y corta de memoria, porque parece haber olvidado que la principal causa de la presencia de Alemany en Valencia es ella misma, o mejor dicho, su mala gestión.

Por otra parte, si analizamos desde el punto de vista del protocolo dónde estaba sentado Mateu Alemany en el palco de Mestalla, el primer día la gente de Meriton ya nos está diciendo que no va a tener el poder y la autonomía que debería. De hecho, y hablando claro, lo que yo veo en la foto de la página 6 de este periódico es que no le dan bola. Ya sé que solo es una interpretación, pero chico, esperaba que ayer el Valencia hiciera gala y hasta pública ostentación de su nuevo y flamante director general, que presumiera de fichaje, que se lo enseñara a la afición en el verdadero foro del valencianismo, que es Mestalla. Y esperaba que la presidenta lo sentara a su lado y con ese gesto le dijera al mundo algo similar a esto: "Estos son mis poderes, y este es mi hombre, es quien va a mandar desde hoy en el Valencia. Afición, Mateu Alemany es nuestra apuesta para el futuro y yo confío en él".

Para que se entienda, era el momento de hacer algo como lo que hizo Juan Roig el día en que el Villarreal bajó a segunda división hace unas temporadas, que bajó al centro del campo tras la debacle y se puso en la foto junto a su hermano Fernando. Con eso le dijo al mundo, "este proyecto no se termina con este descenso y aquí estoy yo para ayudar en lo que haga falta". Si ayudó o no ayudó después no lo sé, pero el gesto en ese momento decía muchas cosas. Pues ayer Layhoon hizo todo lo contrario. Me reafirmo en una idea que dije hace poco, la llegada de Mateu Alemany no es más que la constatación del fracaso de Layhoon como presidenta del Valencia. Esperemos que, de verdad, sepa dar un paso al lado. La foto del palco dice todo lo contrario.

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