Que un futbolista del Valencia le diga a Mestalla que se calle con la temporada que está haciendo el equipo y la que hizo la temporada pasada es poco menos que una tomadura de pelo. Y de las gordas. Cancelo se equivocó gravemente, se dirigió a la grada porque le salió del alma, no hay más que ver las imágenes. En eso fue sincero, inconsciente, pero sincero. Tan sincero como su arrepentimiento. Creo en el error y creo en la rectificación.Y creo a Cancelo, en las dos cosas. Dicho esto, hay un dato que me ha llegado a la patata. Los últimos seis mensajes que ha escrito Cancelo en una red social, instagram concretamente, terminan con esta frase: «Mamá, bendíceme». Supongo que ya saben que cuando Cancelo tenía 18 años perdió a su madre en un accidente de tráfico. Iban los dos en el coche. Él se salvó. Sé que a los futbolistas hay que medirlos por lo que hacen en el terreno de juego, y ahí él esta temporada lo está haciendo francamente mal, pero en lo que a mí respecta, y teniendo en cuenta que se ha disculpado, todo está olvidado. No seré yo quien recuerde a Cancelo como el jugador que mandó callar a Mestalla, si acaso, como el jugador que asumió un error y pidió disculpas. Pedir disculpas... un ejercicio que en al actual Valencia muchos deberían tener en cuenta. Y no solo futbolistas por cierto.

Parejo y Enzo Pérez

más veteranos, más cucos

Lo anterior tiene que ver con el Cancelo persona, pero de su error se puede sacar una conclusión que va con el Cancelo futbolista y que se puede extrapolar a toda la plantilla. Lo que quiero decir en pocas palabras es que los jugadores del Valencia no saben dónde están. Que nadie les haya sabido transmitir eso es uno más de los errores del club y de los errores en la gestión de Meriton. No olvidemos cuando Parejo y Enzo Pérez salieron a dar la cara en plan machote después de ganar el quinto partido de Liga cuando habían perdido los cuatro primeros... si lo piensas, en el fondo es lo mismo que hizo Cancelo, sacar pecho cuando tenía que estar escondido. El portugués es más niño y menos cuco que Parejo y Enzo, y lo hizo en el campo. Que los futbolistas tengan la sensación de que jugar en el Valencia es una oportunidad y un orgullo y dejen de creer que están por encima del club, es otro de los asuntos que tienen pendientes Mateu Alemany y Alexanko. Ahí es nada...

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