Si les soy sincero, hasta me cuesta darles consejos a mis hijas. Apenas les he dicho que no tengan miedo de nadie y sobre todo, que nadie manda de ellas excepto su madre claro. Digo esto porque no soy nadie para dar consejos y menos al Valencia, y sobre todo, porque cuando un periodista da un consejo suena raro y hasta huele a chantaje. Esto que voy a decir es una idea que va rondando en mi disco duro desde hace meses y que hoy me ha dado por ´arrejuntar en cuatro letras´. Como diría Rosendo, «solo hago rock and roll, y no voy más lejos, y aunque podría cantarle a los colores de tus ojos y llevarte a un mundo extraño de ilusión, me conformo y no quiero comerte el coco, te cuento lo que vivo, ¡busco comunicación!».

La cosa hoy va de un canterano, de Salva Ruiz. Ha superado ya una enfermedad, y como dicen los médicos, en estos casos lo primero es recuperar a la persona y ya veremos después si se puede recuperar al deportista. Salva Ruiz debe casi empezar de cero. Era un jugador que estaba a punto de dar el salto al fútbol profesional y ahora ha de demostrarse a sí mismo que se puede reenganchar. Pero hay un problema, y no es otro que termina contrato esta misma temporada. Alguna vez he dicho que el Valencia, fundamentalmente en el primer equipo, no es una ONG, ahí solo debe primar la competitividad porque es la única manera de ser competitivo como equipo de fútbol y cumplir los objetivos, pero el caso de Salva Ruiz es otra cosa. Evidentemente el chico no está para el primer equipo, lleva mucho tiempo parado y cuando era un deportista en su plenitud, estaba en fase de ganarse el puesto en el Valencia estando cedido en otro equipo. Dejando est muy claro, a donde yo quiero ir a parar es que sería un gesto bonito por parte del club, que le hiciera un hueco en el Mestalla. Salva termina contrato ahora, ha superado su enfermedad, y si el Valencia podría renovarle el contrato por una temporada, hacerle ficha en el filial y, una vez recuperada la persona, darle la oportunidad de que se recupere el deportista. Por otra parte, después de todas las cosas que han pasado en el Valencia en los últimos años, un gesto de este tipo, serviría para que los aficionado que sufren y disfrutan a diario con el equipo de su alma, se sientan orgullosos de ser valencianistas. A no ser que el propio Salva no quiera, creo que el Valencia debería valorar esa posibilidad. Eso sí es cultura de club...

Más opiniones de Carlos Bosch.