Todavía no doy crédito al pánico que le tenían al Valencia en la Cueva de Alí Babá. Vale que el Real Meseta lleva mucho tute físico en este mes de abril y que le pasó factura, pero por momentos el equipo blanco estaba como asustado. Tanto que, y supongo que con esto hablo por muchos, todo esperábamos el empate de un momento a otro. Para que quede claro y más allá de mi antimadridismo recalcitrante, sin solución, para toda la vida y a mucha honra, hoy en día me motiva tanto reventarle la Liga al Real Meseta como al FC Valors, pero por encima de ese placer, fluye una indingación de la que únicmaente pude olvidarme durante los noventa minutos.

¿Por qué en la Cueva de Alía Babá sí y en el Vicente Calderón no? ¿Por qué en La Rosaleda el Málaga nos gana con la gorra y nos supera en intensidad y el Real Meseta sufre hasta el final para ganarnos? No he jugado a fútbol profesional ni soy entrenador pero tampoco soy tonto por más que alguno lo piense, y sé perfectamente que cada partido es diferente e imprevisible. Sin ir más lejos la Real, sin negar su superioridad, en Mestalla se encuentra con un gol a favor a los treinta segundos de partido y con un Siqueira -que ayer ni viajó a Madrid- que le regaló un penalti, pero como repito que no soy tonto, me alcanza para saber que por encima de las circustancias y de que los principales culpables de la desastrosa temporada que está haciendo el Valencia no son los jugadores si no Peter Lim y su tropa, hay una realidad manifiesta: una vez lograda la salvación, los jugadores del Valencia han elegido qué partidos les ha dado la gana correr y en qué partidos se han echado una siesta.

Así de fácil. Si un equipo logra el objetivo y le quedan unos partidos por disputar, está en su derecho de dejarse llevar, pero con la lamentable temporada que está haciendo el Valencia, que se suma a la lamentable temporada pasada, me parece una tomadura de pelo hacia el aficionado salir a correr al Bernabéu y no a la Rosaleda. Y repito que lo dice un antimadrisita recalcitrante, sin solución, para toda la vida y a mucha honra, lo que pasa que hay cosas que no me da la gana callarme. Por no hablar de futbolistas como Diego Alves o Nani, que son por otra parte los que más nivel tienen de este equipo, que antes de hablar de la afición del Valencia harían bien en pensar bien lo que dicen. El portugués pide a la afición que esté siempre con el equipo y luego él se queda mirando a Carvajal mientras centra en la jugada del 1-0. Seré claro, para pedir a los aficionados que animen siempre al equipo es imprescindible darlo todo siempre, y de eso, muchos jugadores del actual Valencia no pueden presumir.

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