Pues sin tiempo que perder este mismo fin de semana se reúnen Marcelino, Mateu Alemany y José Ramón Alexanko para analizar los futbolistas que quiere el entrenador para el medio centro y para el eje de la zaga. La verdad es que me estoy empezando a acostumbrar a decir que en el Valencia las cosas están cambiando a mejor y mucho que me alegro, que ya tocaba. Que la intención sea fichar dos centrales y un centrocampista defensivo antes de que empiece la pretemporada me gusta, pero como siempre digo, el Valencia de Meriton tiene tal historial que de nada le sirven ya las buenas intenciones. Todo lo que no sea acertar es muy peligroso porque el margen de crédito lo dejaron al ras, lo que pasa es que se pueden decir las cosas a la vez y no pasa nada, es decir, se puede exigir que acierten y aplaudir porque de momento la cosa pare ce ir bien.

Lo que dice la calle

Y de una manera o de otra, al aficionado le ha llegado el cambio aunque la mayoría lleva el freno de mano y lo entiendo. Los hay que ya dejan volar su imaginación hartos de la penuria de los últimos años, y los hay que no se fían en absoluto de lo que ven porque creen que todo es una patraña y que el Valencia de Lim sigue siendo el mismo que hace un año pero ahora le han dado una mano de chapa y pintura. Y también les entiendo. Como periodista he de decir que lo he llegado a pensar, que todo sea una maniobra de chapa y pintura quiero decir, pero no lo puedo demostrar y por lo tanto me limito a describir las decisiones que se van tomando, que de momento insisto en que me gustan.

Dicho esto, y después de mucho olfatear qué dice la calle y reflexionar al respecto -ejercicio muy sano para el periodismo porque nuestro cliente es el valencianista de a pie y no el dirigente al que adulamos en una absurda carrera por la noticia del cía como si no hubiera mañana-, decía que después de escuchar a la gente me atrevo a afirmar que hay una idea en la que coinciden desde el más ilusionado al más desconfiado, una frase que comparten todos los aficionados y que se puede resumir así: "Esto solo lo puede estropear Peter Lim". La gente ya no cree en el dueño y espera que a la vuelta de la esquina se la vuelva a clavar. Y ese es el verdadero reto de Mateu Alemany. Si ha venido al Valencia a servir a Lim bien pronto se dará cuenta de que el aficionado no se lo va a perdonar. ¿Cómo se puede contentar al aficionado y al dueño al mismo tiempo? Francamente, no estoy dentro del Valencia y no lo sé, pero ese es un problema de Alemany. En lo que a mí respecta, me conformo con opinar cada día y tratar de ser coherente alguna vez, pero si algo ha dado crédito al nuevo director general es el fichaje de Marcelino, y en ese sentido, darle todo lo que pida, o al menos tener claro que él es la pieza más importante del proyecto, me parece una buena idea. Lo diré en otras palabras, Lim no se puede permitir que Marcelino dé otra espantada al estilo Prandelli porque él y Alemany le han mentido...