Profundamente agradecido estoy a Marcelino y a Mateu Alemany porque hoy me va a resultar extremadamente fácil escribir. No he tenido más que elegir las mejores frases de su rueda de prensa para ilustrar, en esencia, cómo quieren reconstruir el Valencia. Ya sé que de momento solo son palabras, pero hay que admitir y aplaudir, que de un tiempo a esta parte las cosas parecen ir a mejor. Vamos con la primera de las palabras que me gustan del nuevo entrenador del Valencia: «Si encajamos 65 goles no podremos estar en la parte alta de la tabla». No tengo nada más que decir. Se comenta solo. Ahora, la pregunta clave, cuando le dicen si tiene alguna garantía de que va a mandar y van a respetar sus decisiones, habida cuenta del historial de Meriton: «Voy a ser partícipe de todas las decisiones que se tomen para confeccionar la plantilla, es indudable porque es el que tiene que implantar una idea de juego». Dice Marcelino que no le gusta la palabra revolución, pero que habrá cambios en la plantilla: «Tenemos que reconstruir esta plantilla, hacerla poderosa y trabajar muy duro con todos y cada uno de los jugadores para hacer un equipo competitivo». ¿Saben una cosa? La única revolución que conozco es un disco de La Polla Records, pero que no lo voy a volver a escuchar.

Siguiendo con la teoría Marcelino, esta frase me encanta: «Todos los jugadores son importantes, en nuestra metodología nadie será imprescindible, solo el que lo demuestre con su rendimiento, no con su nombre». Y de repente aparece Mateu Alemany y dice: «Aquí no hay listas de jugadores para salir, es una cuestión de conceptos, dependerá de unos parámetros de rendimiento, de mercado y de implicación. El futbolista que quiera venir al Valencia tiene que entender el nivel de exigencia que tiene este club desde el punto de vista histórico, de sus aficionados y de la exigencia que va a poner el entrenador. La exigencia va a estar en el ámbito deportivo, institucional, en todo». Uno de los parámetros para estar en el Valencia es la implicación, algo que Rufete y Ayala tenían muy en cuenta, «queremos jugadores que quieran jugar en el Valencia» decían, luego Peter Lim los echó a la calle, puso a Nuno y ficharon jugadores que venían de paso. Me reafirmo, esto solo lo puede estropear Lim. PD: De todo lo que ha dicho Marcelino, lo mejor es cuando pisa el césped de Mestalla y añade: «hay que regarlo». Claro, ¡lo que yo decía!

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